martes, 31 de octubre de 2017

Dame

Necesito un océano de lágrimas. Me hacen falta las ganas  que no tengo para dejarte ir y no permitirte volver, como si alguna vez hubieras estado. El pasado amable me invoca, y yo solo se huir, siento el miedo frío y atroz de la mentira, otra vez y, ante la duda, correr contra la corriente se vuelve un deporte de riesgo necesario.

No, no quiero corrientes que me arrastren y me dejen en suspenso, tirada en la orilla de cualquier otro mar, inútil, avergonzada.

Añoro la paciencia, la calma, el silencio de lo vacío y ausente. No soporto la nostalgia de los ecos que regresan y que susurraran en otros oídos finalmente.

Ser osa e hibernar. Ser loba y sobrevivir.

Lo que deseo no existe salvo en las postrimerías de otra vida. En ésta, siento agotadas mis posibilidades y mi conformidad. Mis ganas y mis anhelos juegan al escondite con la existencia.

No hay lugar para el lamento, solo aceptación y tiempo. Camino adelante, porque no hay otra forma de continuar en la insidiosa tarea del ir viviendo.

Dame tiempo, dame cuartel para tomar ventaja, dame océano de lágrimas para dejarte ir de donde nunca estuviste...y mi lugar vacío para hibernar, porque para sobrevivir, no te necesito...

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