martes, 17 de julio de 2018

Pesadilla

Ya sabes, de vez en cuando, tengo pesadillas. Me despierto sobresaltada entre gritos de terror y sudores fríos, con presencias despidiéndose a los pies de mi cama y la respiración rota. Me acurruco en un rincón  de la cama que me parece enorme y dejo que una oración infantil me salve del miedo....

"Ángel de la guarda, dulce compañía...."

Esta vez se añaden amargas lágrimas que auguran rancios y tristes presagios...soñé que amaba a otro. Besaba otros labios y me recreaba en otro cuerpo, en otro abrazo. Y no me negaba. Y era buscado y esperado como un bebé que se desea.

Desperté aterrada.

En realidad, ¿qué mas da que yo sueñe que amo a otro?, total, no es verdad....es solo mi inconsciente que juega a hacerse el importante en algún momento de su existencia. Que pretende salir de sus complejos, sus lágrimas y sus agonías de algún modo, aunque sea tan terrorífico y desajustado.

Si bien, imagina por un momento, por un aterrador instante, que fuera cierto.... que amo a otro...