domingo, 20 de octubre de 2019

Volver a casa

A veces, coger un libro es volver a casa y hoy extrañé, como hacía tiempo, los ecos olvidados en algún lugar de mi memoria y que encontré al mover un par de muebles de mi mente.
Ahí, agazapada, estaba tu voz esperando por una resurrección imposible y, a pesar de mi desagravio, quise sacarla para recordar los momentos que no vuelven pero que parece que aun mal abrigan.

Coger un libro es volver a casa y me dio por echar de menos los gestos de tus manos, tu letra infantil y mis ganas. Y tras superar la primera sorpresa de este mediocre encuentro, cerré el libro y cerré ese ala polvorienta de la casa.

Porque volver a casa es coger un libro y quizá darse cuenta de cuan absurda es la acumulación de ciertas obviedades, del daño que hacen y de las mentiras que me he contado todo este tiempo para no volver a encontrarte. Aceptar que las cicatrices de aquellas heridas solo cerrarán del todo con una pátina suave de cemento fresco. Hay muebles de la casa que ya no me gustan aunque irremediablemente sigan ahí porque me resisto a tirarlos en una especie de Diógenes mental que solo sabe acumular estupideces mas importantes que airear y dejar espacio.

Menos mal que a veces, a poca limpia que hagas, parece despejarse el ambiente del desencuentro. Entra oxigeno, sale dióxido de carbono. Las paginas que amarillean se caen por su propio peso y con barrer y tirar, hay suficiente para seguir.

No pedirás perdón por la jugarreta a pesar de los años y los eones, pero al menos puedo decirme a mi misma que ya está bien de excusas, que no tienes derecho a ese espacio por pequeño y claustrofóbico que sea. Que dado que no sumas, sobras. Que la impertinencia tiene un precio y, aunque pueda darte igual, solo eres capaz de sumar algo en el único ámbito confortable que te queda, en lo único en lo que realmente tienes cierta valía. Para todo lo demás eres despojo que sobrevive en la inercia estúpida del ir viviendo.

A veces, volver a casa es hacer mudanza y ese es el momento en que se tira todo lo que ya no hace ninguna falta. Créeme, tu candidatura para acabar en un contenedor gana por mayoría absoluta.

lunes, 7 de octubre de 2019

Octubre

Octubre y su velo de nostalgia llena de otoño y colores ocres.
Octubre y mis ganas de entrar en una cueva y solo salir para respirar el aire húmedo que trae la lluvia.
El olor a tierra mojada. Tus zapatos llenos de barro y sonrisa. De pasos compartidos, de estelas de besos aquí y allí.
Octubre y los sueños que no se alcanzan, lo que se quedan por el camino, los que tocan meta. Los que se van dejando sitio a otros para volver a empezar.
Octubre es el retorno a las rutinas, al abrigo de lo cotidiano, al café caliente y a la manta en mitad de la noche. Al abrazo generoso sin escatimar segundos.
Octubre es preludio de eternas tardes de lectura al cobijo de las letras.
Elegir tu mano y pasear ciudades.
Es la quinta sinfonía de Mahler o las piezas de piano de Grieg, tal vez los Nocturnos de Chopin o un poco de los tres y un vaso de whisky con mucho hielo.
Octubre y sus últimos coletazos de verano, incómodos, migrañosos.
Es alergia y también alegría.
Es también decir adiós para abrirse a nuevos "holas". Cerrar círculos viciosos, tóxicos, aprender a irme de donde no quiero estar.
Es elegirte para pensarte, emocionarme, sentir que es posible anclarme en tu mirada. Es la curiosidad que mató a la gata escondida bajo la cama. Ampararme en tus palabras el rato suficiente para recuperar aliento y continuar, aprender, admirar.
Porque, aunque no me haces falta, entretienes mis días en virtud de tu existencia y pueblas mis noches copando mis neuronas sin pre aviso.
Porque soñar es de lo poco que queda que no pueden prohibir y a ello me entrego con denuedo.
Es otoño.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Compás de esperas

La vida se escribe al compás de esperas:
El autobús que se retrasa.
Ese metro que acorta distancias.
Que se vistan los críos.
Que no se pongan malos.
Encontrar calcetines sin costuras.
El milagro de la fluidez.
Una sonrisa que arregle un día desastre.
Encontrar piso y entretanto tener tiempo para ordenar la casa.
Que el vecino tenga a bien quitar ese reguetton que taladra los oídos del vecindario.
Que se vaya la melancólia con su blues a otra parte.
Una cerveza con sabor a buena conversación y risas. Muchas.
Ese beso y no otro.
Que todo salga bien.
La tranquilidad.
Que llueva o deje de llover.
Que pase el otoño y traiga de nuevo el invierno a doña Autoestima.
Y entre espera y espera la vida continua sin pausa en el anhelo constante de lo que llega cuando, precisamente, menos lo esperas....

viernes, 16 de agosto de 2019

MonoMarental

Hace ya casi seis años que me divorcié. La pregunta mas recurrente de todas es "¿Has rehecho tu vida?". La respuesta siempre es sí, pero la pregunta siempre va enfocada a lo mismo. Vinculada al hecho de volver a tener pareja. Entonces la respuesta es "Sí, he rehecho mi vida. No, no tengo pareja".

Asociar algo tan importante como reconstruir tu vida tras un divorcio, o una perdida, al hecho de tener o no pareja de nuevo, es simplista, no es elegante, y además lo considero reduccionista.

Existe una reacción negativa hacia las mujeres que, por las razones que sean, permanecemos solas. Que si tienes demasiado carácter (¿En que zoo está mi jaula de fiera?), que si no ligas porque no quieres, (topicazo), que si eres demasiado inteligente (vaya, no sabia que eso era una lacra), que si eres una mujer difícil (menuda osadía), que si tienes el listón muy alto, (como muy bien me dijo una compañera, "no estamos para rebajas"), que si bajaras de peso lo mismo era mas fácil (como no!)...el listado es infinito e irrespetuoso. Si no tengo lo que quiero en una relación, me quedo como estoy, no necesito más. Esa es la respuesta elegante. También podría decir que encontrar un hombre interesante e inteligente que no me termine aburriendo es una tarea titánica con tintes de epopeya, pero no, no lo digo, no me gusta ofender.

Nadie repara en el hecho de que eso es una mínima parte.

Organizar tus horarios de trabajo en función de la crianza, sobretodo cuando es algo muy importante en tu vida, como es mi caso, y al que suelo echar todas las horas que haga falta, es una de las primeras. Si hago mal o bien, no es el debate pero las opiniones también son de todo tipo, aunque no las pidas. Aun sabiendo que no voy a heredar, ni intención que tengo, trabajar con personas y para personas me requiere dedicar tiempo y cuidado a mi trabajo bien merecido a lo largo y ancho de la cadena trófica laboral. A veces, no es fácil, nada fácil, pero es necesario. Como le decía al alumnado de la Universidad, ser educadora social es una forma de vida que trasciende a tus 38 horas de jornada laboral. Si trabajara ajustando tornillos, igual mi planteamiento era otro. Es el mio. Cuando opines recuerda, personas, no tornillos. Mi planteamiento, no el tuyo, podremos encontrar puntos en común pero no desde la critica no constructiva.

Reorganizar tu vida personal, tu espacio de autocuidado, retomar aficiones, lecturas pendientes, amistades que se han quedado por el camino, desarrollar proyectos, formarte en aquello que te gusta...Antes leías un libro a la semana, ahora al mes en el mejor de los casos. Antes veías a tus amistades con mucha mas frecuencia, incluso te permitías ir a terapia y a supervisión por tu cuenta y hacer como mínimo un curso presencial al año, también por tu cuenta. Ahora ni el dinero ni el tiempo te da para todo. Aun así, vivo como un logro haberme adaptado y haber conseguido hacerlo de nuevo. Organizar los recitales, volver a escribir con cierta asiduidad, seguir aprendiendo...todo ello sin la frustración y el agobio del "no tengo tiempo".

El mayor de los  logros es poder irme sola de vacaciones con mis hijos, algo a lo que me lance desde que eran bien pequeños, a lo que se une el poder realizar con ellos otras actividades. Cada vez son mas mayores y mas curiosos, mas demandantes en cuanto a sus centros de interés...y, a veces, es una locura y es agotador, pero es gratificante. Se puede hacer perfectamente. Mi madre no viene conmigo de vacaciones "para ayudarme" (otra frase épica), viene conmigo algunos días para disfrutar de sus nietos, de la playa y de su hija fuera de lo cotidiano.

Construir la vida con tus hijos. Ahí es donde está el meollo de la cuestión. Un continuo aprender, reaprender, deconstruir. Un camino lleno de incertidumbres, de cuestionamiento personal constante, de ajustar piezas de puzzle. Conjugar todas tus áreas y facetas y las suyas, en equilibrio y sin frustración.

Y aquí sólo una mínima parte del todo que es esto de ser monoMarental.

Cuando opines, recuerda...Rehacer la vida va mas allá de tener una pareja...

domingo, 11 de agosto de 2019

Erótica

Con la sutileza de una araña menudeando por su cuerpo, le venda los ojos y comienza a desbrochar su camisa con la delicadeza de sus manos elegantes. Se deja hacer entregado a una desconocida causa. Tras cada botón que libera su piel de la tiranía de la etiqueta escapan por el interior sus dedos de bruja acariciando la extensión de su tórax. Entretanto se besan con la delicadeza de amantes primerizos. No sabe cuál será el próximo movimiento pero intuye que pronto caerán sus pantalones y que su ropa interior también desaparecerá hasta sus tobillos dándole un aspecto absolutamente ridículo que espera se resuelva de manera digna.
Desnudo, con sus ojos vendados y las manos tiernamente atadas a un cabecero de aire victoriano, su amante le regala ternezas al oído con su voz de arpa. Todos aquellos fonemas que en otra situación le hubieran dejado impasible, incluso generandole cierto rechazo, empiezan a excitarle de una manera inesperada y voraz.
Sus palabras empoderandole, sus besos de una ternura casi obscena, la lengua deslizándose aviesa, caricias distraídas aquí y allá como una delicada pluma sobre su niveo cuerpo le hacen desear quitarse las ataduras y penetrarla con una ferocidad cursi hasta el punto de confundir sus  sudorosas pieles haciendolas siamesas.
No se reconoce en sus gemidos incontrolables, su cuerpo se retuerce como si le hubieran quitado una enorme capa de células muertas y despertara de un largo letargo con una sensibilidad que nunca pensó que existiera.
Bajo el velo de sus ojos siente sus pupilas a punto de explotar y su sexo dolorosamente eniesto espera impaciente a que el descenso, meticuloso y enloquecedor, haga cima en él. Da igual el modo. A esas alturas de la experiencia toda su sinapsis está en sentir de una manera desbocada, recién descubierta, tan asquerosamente dulce y amorosa que se sorprende al sentir que le gusta demasiado que no quiere que se acabe a pesar de despojarle de toda armadura. Absolutamente dominado, vulnerable, frágil, sin control de la situación, doblegado, a merced de su amante, se abandona al capricho de su boca que corona, saboreando, delectandose, con lascivo recreo y desvergüenza.
Sucumbe pleno y deseado al placer, siente desbordarse como río que lo inunda todo en el fragor de una tormenta...
Diluido en sensaciones opiaceas, ya
libre de ataduras, se abraza a su amante cual náufrago a la deriva, aún jadeante por el esfuerzo de nadar en mar abierto.....

miércoles, 10 de julio de 2019

Tú, mirada, me vistes

Tú, mirada, me vistes. Intentas renovar mi armario con un estilo diferente y resulta que me clonas los colores que también son los tuyos tal vez...Negro, morado, rosa.... Ni siquiera sé si me gusta ese estilo, ni si me has tomado bien la medida y la altura. Ni siquiera sabes si me gustas más allá de esos ojos que utilizas para mirarme.
Te asomas a lo desconocido con una sorprendente sonrisa inolvidable.
Podrías encontrar una víbora. Quizá un alter ego disfrazado de corderita o una loba dispuesta a medirse contigo en un perímetro de 135x190 centímetros y después mandarte a tu casa y actuar como si nada hubiera sucedido o, al contrario, crear un espacio único, secreto, nuestro, perpetuo. 

Podrías encontrarte, a pesar de todo, con que hay un espacio propio donde no eres bien recibida. Algún resquicio de mi alma que podría pertenecer a otro y no podrá ser tuyo. Donde nunca podrás llegar aunque te venda mi alma a cambio de tus ojos. ¿Podrías soportarlo?.

Tú, mirada, me vistes sin que me de cuenta. Me rehuyes cuando te sientes pillada. Y siento que me superas si por unas décimas de segundo se detienen la una en la otra haciéndome sonreír involuntariamente.  

Y es entonces cuando tú, mirada, me desnudas y me dan ganas de contarte cosas que ni siquiera te interesan en conversaciones que mantienen mis neuronas como si estuvieras enfrente, escuchando con ese despliegue gestual que tanto me gusta. 

Tú, mirada, puedes esperarme al otro lado del mar. Allí estará la mía para continuar con ese diálogo mudo, secreto...Igual no tengo nada que contarte pero tú sí. Cuéntame. 


viernes, 7 de junio de 2019

Momentos

Los niños duermen. La abuela también. Estos días estamos con ella. Fin de un día largo. Una maravillosa tarde noche de fiesta haciendo lo que más me gusta. Silencio. Quietud. Una copa de vino. El único cigarro que me permito. Cuatro pensamientos distraídos que golpean tu ventana como la sombra perdida de Peter Pan.
Se me escapa una sonrisa como el humo entre mis labios. ¿Quién me lo iba a decir?.
Garabateo una flor al margen de un folio plagado de norma. No debería estar leyendo estas cosas a estas horas. Dibujar flores en los márgenes de las hojas me ayuda a ordenar la mente, las emociones y los sentimientos. Buscar centro. Ordenar la base de la sinrazón donde has cogido una silla y te has sentado. 
Se puede enmudecer ante la magia. Robarle unos segundos de gloria al Universo y volver al armario de la realidad, con sus ropas antiguas y cómodas aunque no me favorezcan. 
La verdad es que mi fuero mas interno me pide que tire todo el armario y cambiar el vestuario, descubrir otros estilos. Querer conocer mas nunca es malo, como ser amable, como la ternura.
Hay cosas que son nocivas pero, un rato, no matan, dan un poco de ilusión e insomnio. Alejarse de casa por un camino desconocido aunque sea para descubrir un interesante paisaje interior. 
Sí, la magia está en lo cotidiano, segundos de oxígeno que me permiten seguir el compás con una respiración templada y serena. 
Sí, me gusta que te abras paso entre la nada, sonriendo desde el otro lado del cristal del desencuentro, o entre la niebla de mis emociones resignificando mis pensamientos.
Dime un vino que te guste, una canción, un poema. Dime. Yo invito. 


martes, 28 de mayo de 2019

Jirones

Mi trabajo es de esos en los que cada día acoges almas descosidas, hechas jirones que no hay por donde pillar. A veces, al final de la jornada, me gustaría coger un coche, poner música a toda pastilla y hacer kilómetros para quemar adrenalina o tomarme un vino o una cerveza tranquila, en un sitio superficial y bonito, muy bonito porque algunos restos se me quedan pegados como esas telas de araña que una no ve y te las llevas en la ropa o en la cara.

No hay distancia emocional cuando lo que tienes delante es un páramo inundado que, por donde lo toques, se desborda en un llanto desconsolado con lágrimas de litro. A la mas mínima palabra. Con el mas mínimo contacto visual. Al mas mínimo abrazo.

Porque ser adolescente y abortar es una experiencia muy dura. Y sentir que es una piedra mas en el camino, me dice que hay demasiada costumbre a tener que ir retirando piedras y que ya todas son iguales, que es lo esperable y no, no es así. No son todas iguales.

Resignificar heridas tan hondas siendo adolescente es doloroso, es difícil encontrar a alguien a tu alrededor que entienda que has sido violada, que no sabias que estabas embarazada que has tenido que decidir entre la ternura del bebe y la realidad que te rodea. Una realidad de alcantarilla atascada de la que intentas hacerte inmune sin conseguirlo porque tu dolor es tan grande que te envejece el alma.

Mi trabajo es de esos en los que cada día acojo almas descosidas y no siempre tengo el hilo del color exacto ni la aguja adecuada. Y siento que no siempre hay que usar los mismos colores ni negarnos las realidades que vivimos. Sí, podemos redecorar heridas y cicatrices.

Las cicatrices...esas que pican cuando cambia el tiempo. Esas que duelen y que a veces se abren de nuevo y supuran. O ese miembro fantasma, de aquel pedazo del alma que nos ampuntaron en algún momento. Coser en colores distintos el alma descosida, hecha jirones, habiendo perdido algún cachito por el camino de la vida, es algo que no debería suceder con tan pocos años....y, sin embargo, es...

En esta tarea de modista me pincho en ocasiones con las agujas, me llevo mis pequeñas y diminutas heriditas, trozos de hilo y alguna que otra lagrima mal rematada y, a pesar de todo, de acompañar ese tiempo y ese espacio tan intimo e intenso, luego es bonito estirar ese alma cosida de a dos y ver integrados los dolores en un arcoiris imperfecto.

Y me tomo un vino, tranquila, en un sitio bonito, muy bonito...como un poema...un día te invito, ¿te vienes?...

miércoles, 22 de mayo de 2019

Yul, el rey, y yo

Saco mi carpeta de poemas para ensayar. Vicente Aleixandre cae con su Mano entregada y Huidobro se decanta por unos versos de Altazor. Mi repertorio se espande mientras mi gata Freya trata de mordisquear las hojas. 

Sus pasos ligeros de rey extinto y un cigarro en la boca se acercan entre una nube de humo con olor a Cardhu. El rey y yo bajo un mismo techo. Con sus ojos negros, con ese cráneo perfecto y su anatomía siberiana, (¿quien sabe?) . No se puede ser más guapo. 

Sonrío arrebatando su cigarro, disfrutando su tabaco que me recuerda perdidos sabores de saliva. Yul se ríe, su carcajada sonora rompe el velo de la noche y me pide que recite. Su voz es una caricia. Calmada y potente. Una voz de verdad. 

Desgrano versos propios y ajenos mientras la niebla del humo nos envuelve y el vapor del whiky nos nubla.

"Piérdete. Deja que todo fluya como el humo y los versos..."

Le cuento que la melancolía no se va, no se toma la excedencia que merece. Acaricia mi pelo, toma mi mano y la observa...deposita su cigarro en mis labios como un disimulado beso.

El rey y yo debatimos sobre los imposibles. Recitamos a Eloy Sanchez Rosillo y su esperanza de retorno, a Gioconda Belli y su erótica descarada. Huimos de Neruda, y nos entregamos febriles a Vicente Aleixandre que, como una sinfonía de Mahler, nos regala los mejores versos teñidos de descarnada nostalgia.

"No dejes de soñar."

Entre humo y Cardhu, amanece. Sus ojos me miran prometiéndome volver para reír, recitar y quien sabe si tal vez cantar viejas canciones gitanas. Estoy afónica y cansada. Desaparece con una vieja melodia que silva en mis oídos. 

Desde mi memoria antigua emerge entonces tu mirada  bruja al rescate y deseo a medias que se extinga de mis neuronas borrachas y ámbar porque se que será otro insomnio más. Y necesito dormir para soñarte. 

Me lo dijo Yul, el rey, "no dejes de soñar". 

martes, 14 de mayo de 2019

La curiosidad que mató a la gata...

"...Me encanta mirarle sin que me vea. Observarle mientras está concentrado, serio, ajeno...Y cuando esta de otro modo, me encanta igual..."*

Sí, lo admito, me encanta observarle, mientras está concentrado, serio, ajeno y sereno. Cuando se estira colocando las manos sobre la nuca mientras su cabeza es una torrente de pensamientos seguramente importantes solo para si mismo, sin sospechar que yo le observo con la curiosidad que mató a la gata.

Me gusta observar su perfil.  Apenas unos labios que claman por un mordisco de esos discretos, sensuales. Esa boca que se insinúa y que es mucho mas mordible cuando sonríe. Observo sus ojos, con una mirada que, si se cruza, me atrapa. Fría, distante, casi ausente o sorprendentemente acogedora. Y me gusta verme en ella, y sentir la adrenalina de quien cruza una autopista de tres carriles a la carrera. 

Le observo jugar con su reloj. Uno de esos decentes que no cuentan pasos, ni latidos, tiempo de sueño profundo y que dan la hora a la antigua, con manecillas. Lo desabrocha, lo abrocha. Quizá sus manos son lo menos sexy, por poner una pega, pero me gusta su movimiento ligero cuando habla, acompañando su discurso. Las manos siempre tienen posibilidades porque están llenas de caricias esperando ser regaladas.

Cruce de piernas...sí, los hombres también pueden ser sexys cuando cruzan sus piernas, no solo Sharon Stone. Nadie lo piensa, porque nadie lo observa. Sus movimientos de brazos, las manos de nuevo sobre su rostro pensativo o escuchando, reposando la cabeza como si pesara mucho. Y entonces, le imagino conduciendo. Sí, los hombres son muy sexys cuando conducen también. ¿No lo sabias?.

Sí, me encanta mirarle sin que me vea, sin que repare en que existo. A veces, llego a preguntarme si es tan atrayente en la serenidad que refleja, ¿cómo será en otros ámbitos? y mi curiosidad se dispara quitándole vidas a la gata, ¿cuántas le quedaran?, de tanto curiosear ya ha muerto varias veces...tengo que tener cuidado no sea que se me acaben las vidas "cotillas".  Sí, me gusta esa sensación de seguridad, aplomo, prestancia, control. Como una ola de mar a ratos bandera verde, a otros amarilla, deseándola roja...



martes, 30 de abril de 2019

Bogar

"... Quizá fue hace mes y medio o mucho antes. Se posó en mi estómago una tristeza sin nombre, vaga, plagada de un silencio desconocido y dispuesta a no irse fácilmente.
Quizá fue al cruzarme con aquella mirada que me atrapa y esa sonrisa, otra vez,  y comprobar, al acercarme, que la curiosidad lleva al abismo infranqueable de una distancia invisible. Como de dos mundos diferentes, paralelos, que sólo se tocan como en un eclipse el sol y la luna. Un segundo o veinte.
Convencida de lo ridículo de todo esto, mi alma boga por esa melancolía nueva y sueña despierta, vestida de absurdo, pasándose paradas de autobús y perdiéndose en lo conocido.  Tratando de volver a casa, a lo cotidiano. Volviendo a tocar realidad. Recogida hasta que está pena extraña y no invitada se vaya, me siento a descubrir hasta dónde puede bogar un sueño..."

Diabulus

Camina silencioso sentándose cerca del baptisterio. Enigmático y oscuro toma asiento en el momento en que finalizan y se diluyen unas notas de Hildegarda.
Un suspiro como un tornado se acumula en sus pulmones y su mirada de halcón herido se posa sobre su ángel encarnado. Tan dulce, sencilla, con esa voz de plata deslizándose entre las sombras hasta sus oído atentos. Exaltando una inoportuna punzada de lujuria mientras ella sonríe ilusa sin saber que esta ahí, escondido, al amparo de la oscuridad.

¡¡Qué bonito sonaba Dios entre sus labios!!, siempre le gustó ese Verbo divino diciendo lindezas que ahora tomaban la perversa dimensión que le daban la inocencia de su sonrisa. Con su torso generoso, suave como algodones y la comisura honesta de su boca dispuesta a recibir su lengua ávida como entonces. Sucedería cualquier día de nuevo. Con solo cruzar sus miradas. Un momento efímero y todo tomaría el orden debido. Y ahora destilando esas silabas con sabor a medias verdades era capaz de descubrirse, oscuro, perverso, empalmado, casi mediocre, incluso cursi y romántico, con eso que llaman corazón esponjándose, calentando sus manos otrora siempre gelidas...su ángel, con su voz de cristal clavada en sus neuronas palpitantes.

Sonríe en silencio, llevándose cada nota, cada palabra. Sus ojos se cierran en trance. Es él. Angel maligno ahora perdido entre palabras de fe hacia un jefe al que plantó cara hace tiempo y que le separó de su ángel enviándole a las postrimerías del universo a medrar, a capitanear maldades. Y ahora, ¡¡¡cuántas vidas después otra vez juntos!!. Si ella supiera....

Debe irse antes de que el telón de luz le descubra. Quizá mirarla una última vez...... su voz  se quiebra levemente....Sí...¿su ojos se han iluminado? ¿Habrá atisbado su presencia entre las sombras?. ¿Es posible?....siente ilusionarse como un adolescente onanista...¿Le habrá visto?

Antes de que caiga la última sílaba de sus labios, desaparece en la noche, ahogando suspiros, consolando erecciones, con un llanto silencioso en esa oquedad donde debería habitar un alma, agazapada en el hielo. Camina despacio con una duda anclada. Con un pensamiento innoble zarandeándole.

Quizá no aguantará mucho mas tiempo así, al amparo de la sombra....mezclándose con la realidad y el otro mundo. Viéndose de lejos, intercambiando apenas miradas. Sonrisas.

El sonido de una flecha le saca del ensimismamiento....

"¿Es posible que estuvieras ahí?"

Una carcajada perversa escapa sonora y descarada... Su mirada se ilumina gélida.

Sí, el día está cada vez más cerca....

lunes, 22 de abril de 2019

Ellas, un viernes santo...

Caminan lentamente hacia el altar. Las veo de lejos en su incesante acudir al Cristo en una genuflexion torpe y doliente, esforzada. Ellas murmuran sus peticiones y pequeñas oraciones antiguas. Otras besan sus rodillas o acarician sus pies en apenas un beso que los monaguillos, prestos, limpian como sacando brillo.

Ellas saben de la Semana Santa. Son las mas devotas. Las que no comen carne los viernes de cuaresma. Las que acuden al Via Crucis y al Rosario. Ellas saben de los dolores del alma después de tantos años. No faltan a su cita. Muy mal hay que estar. Ellas se cuidan entre vecinas, se acompañan a misa y a comulgar, a orar ante el Santísimo.

Las observo en silencio, de lejos. Con el respeto que merecen. Siempre tienen una palabra cariñosa para mi y mis hijos que traviesos tuercen el gesto invitándome a una irritación sin limite.

Ellas no saben de crisis de fe, ni de experiencias religiosas, no se preguntan como se manifiesta Dios en sus vidas, algunas sencillamente están convencidas de que son los suficientemente insignificantes como para que Dios las mire. Están seguras de que todo, lo bueno, pero sobre todo lo malo, viene de Dios. El sintrón, la tensión, la cadera rota, morirse...el hambre en el mundo, el "coletas" ese....

Viven en sus pequeñas rutinas que dan seguridad. Se llaman cada mañana para saberse vivas todas. Comprar el pan, acudir al centro de salud, su misa diría, sus promesas, encontrarse, pasear el parque porque es bueno andar que ya lo dice el médico, hablar de los nietos, enseñar fotos en esos móviles que apenas saben utilizar, celosas de su independencia...lo bendito de lo cotidiano. Han pasado por tantas modas, la de no comer fruta después de las comidas, la de las sardinas y el colesterol, la del vino que es malo pero ahora es bueno..... A ellas les vas a hablar de reciclar, de aprovechar las sobras, de coger bajos, de feminismo a estas alturas...a ellas que vivieron una posguerra, las que salieron de sus pueblos para servir en la capital y casarse con mozos de oficina o conseguir pequeños trabajos para que la familia medre...a ellas les vas a hablar de servicio, de cocinar para los hijos, de hacer los platos favoritos, bizcochos esponjosos, rosquillas, galletas, de nietos que adoran, de por lo menos vivir hasta la niña haga la Comunión...

Y ahora, como cada Viernes Santo, se acercan devotas, agradecidas por poder estar un año mas ante el Cristo, desde su sencillez, su fe antigua, su fervor sin fisuras...y las miro, de lejos, con cierta envidia, admiración y palabras bonitas...

lunes, 8 de abril de 2019

Veinte segundos

Parece que veinte segundos son nada.
En veinte segundos un abrazo deja de ser sencillo para ser sanador.
Ablanda asperezas del alma. Despierta una sonrisa o dos.
Veinte segundos de una voz marcan el límite entre la indiferencia y la atención.
Veinte segundos son la vida del suicida. El antes y el después. La nada que queda tras el imprudente momento de abandono.
En veinte segundos se escriben cuatro lineas que alegran una memoria o matan un alma.
Veinte putos segundos de poner los ojos en el sitio incorrecto pueden suponer perder el suelo bajo tus pies.
Con una mirada de veinte segundos o lo pierdes todo o lo mismo ligas.

Parece que veinte segundos son nada.
Pueden salvar una vida que nace o perderla.
Veinte segundos de oxigeno reavivan el cerebro.
Veinte segundos de respiración. Un suspiro intenso.
Un orgasmo de veinte segundos.

Regala veinte segundos de tu vida.
De miradas.
Abrazos.
Sonrisas
Veinte segundos de cielo para soñarte.
Como quiera.
Cuando quiera.
Hasta donde quiera.

miércoles, 20 de marzo de 2019

Tres tristes tigres....

Tras tres lacónicas frases, igual hay una sonrisa y una taquicardia. Suficiente para un corazón blindado por el ego. O quizá hay tres tristes tigres comiendo trigo en un trigal...¿quién sabe?, puedo soñar lo que quiera.

Ven, siéntate conmigo, repasemos la lista de los reyes godos, o la de la compra.
Espera, tienes una cosa en el ojo, ya aprovecho para mirar si hay vida mas allá de tu iris.
Para quien va de tropiezo en tropiezo es fácil volverse curiosa.

Venga, ya son muchos versos inapropiados. Te olvidas de tu zona de confort y vas por la vida como un kamikace. No está mal. ¿Quién dice que no se puede?.

No pasa nada por perderse en la sonrisa inesperada, total, todos cometemos fallas, somos humanos llenos de taras, residuos y posos de un pasado que ilumina un presente para amueblar un futuro incierto.

Si tú me prestas tus ojos un momento, yo te presto mis luminarias presentes algún rato. Necesito mirar la vida tras tu sinsentido. Quizá en un universo paralelo somos amantes, ¿lo has pensado?, es cosa de física cuántica, o cuentos de hadas, ¿o será de viejas?.

Esto es muy platónico y absurdo, tú, ahí, con esa sonrisa y esos ojazos, yo, aquí al final de la cadena alimentaria sintiéndome a ratos gusano que camina pretendiéndose mariposa en algún momento de su vida, a ratos pura osadía disfrazada de beatitud.

Ven, siéntate conmigo, te voy a contar historias que te van a gustar. Y no tienes que pensar en más, quizá solo sentir como llueve fuera. Tal vez te pida un abrazo de veinte segundos. Tal vez nos arrolle un tsunami emocional, ¿te atreves?. Yo aguanto bien en las alas de la tormenta. Piénsalo o mejor deja de pensar ya, que no vas a heredar, y siente.

Tal vez la vida se acabe en un instante y no quisiera morirme sin tener algo contigo en esta, con esa planta de "viking warrior" y esa sonrisa gamberra.

¡Ay! me temo que es mas fácil ver tres tristes tigres comiendo trigo...

viernes, 8 de marzo de 2019

Sindrome de aniversario, mi particular 8 de marzo...

Hace un año acompañaba tu transito final con la seguridad de que estaba donde tenia que estar. No te puedes imaginar la cantidad de acontecimientos que se han dado en estos 365 días de tu ausencia. Roy y Claudia con frecuencia te recuerdan, se han preguntado cosas con respecto a la muerte y te han echado mucho de menos. Les ha dolido la tripa, no han ido al cole y me han preguntado muchas veces si te llevaste los dibujos que te hicieron. Yo les he jurado que sí. Esta semana y la pasada las llevamos fatal. 

En estos días me he dado cuenta lo mucho que me parezco a ti. Me quedé con ese lado anárquico  que despertó en ti cuando yo era una canija y con el lado altruista de los últimos años, el espiritual, aunque se devaluara. ¡¡Quién sabe!!, igual yo también me devaluó con los años. Solo te puedo decir, papá, que anarquía y espiritualidad casan fatal a veces y otras son el maridaje perfecto en este mundo de mierda. Me ha costado acostumbrarme a esa idea de que nos parecemos mas de lo que me gustaría pero he aprendido que no es tan malo, porque he aprendido que SER, con sus consecuencias, está por encima del posturear y que tengo la misma facilidad que tú para hundir a alguien que amo en la miseria con cuatro palabras. Lo bueno es que eso lo puedo cambiar. 

Lo mejor es que aprendí a estar en el lado de la vulnerabilidad desde la humildad y el acompañamiento. Y ahí sigo en esa pelea entre el ego y el alma. 

Te puedo jurar que en 365 días se han dado todas esas cosas que tanto te desesperaban. Sí, papá, he tenido algunos ratos vitales tan sorprendentes como felices. De esos que te harían condenarme al infierno. Lo bueno es que no tengo que pelearlos contigo. Lo contrario hubiera sido un desgaste innecesario para los dos. 

Tú te has ido y yo  me quedo con la idea de que no supe ser la hija que querías ni estar en el lugar adecuado, salvo cuando te hice falta, creo que ahí no falle, y de que siempre he luchado por diferenciarme contigo porque eramos iguales, por eso nos llevábamos tan mal. Ahora me doy cuenta de que a tu modo estabas mas cerca de mi de lo que yo pensaba. Tu lo intentaste a tu modo difícil. Nunca has sido un hombre fácil como resultado yo tampoco soy al uso.  

No ha sido una vuelta al sol fácil, pero si ha sido un gran aprendizaje que amenaza con no acabar que además ha tenido momentos que nunca pensé que se darían en modo de sueños cumplidos. Y eso es bien. 

Ya han pasado 365 días sin ti. Y la vida sigue, no igual pero vida al fin y al cabo que se escribe con esa caligrafía de lo cotidiano tan necesaria que me ancla en el día a día y me recuerda que existo en parte por ti y que merece la alegría el esfuerzo. 

martes, 26 de febrero de 2019

Alma en pausa

La primavera se acerca peligrosa. Amenazante. Con un dardo envenenado de polen y ausencias. Quizá no sobreviva al ataque. Quizá el polen se cuele por los pliegues y heridas de mi alma para hacerla florecer y la reacción sea mayor que las ganas. ¿Quién dijo que tenga que tenerlas?.

En la involuntariedad del llanto hay un punto de ridículo que sorprende ante el espejo con unos ojos apenas sin pestañas, sin brillo de alegría y con el atisbo de la derrota. Verdes, intensos, tuyos. Tras la opacidad de gafas obligadas.

Un klinexx mas o menos, ¿qué mas le da al Amazonas? lo necesitan mis pertinaces mocos. Estado deplorable de lágrimas y estornudos violentos. Mandíbulas apretadas.

Las fechas se adelantan. La primavera pisa al invierno, y quizá el día 1 de dentro de un par de meses tenga que ser el 28 de éste. Llámalo cambio climático, llámalo como te de la gana, mundo ¿a mi que me importa lo que pienses?. Hace tiempo que firme en la última hoja del cuaderno de las cosas que me importan una mierda y allí estaban tantas opiniones. 

Transito por mi alma en pausa hospedándome en el rincón reservado al silencio y a la calma. El silencio tiene infinitas lecturas. Me quedo con la mas elegante. He cumplido mis sueños, porque cuando no se espera nada y se tiene tanto, sólo se puede estar agradecida por cada minuto. Bien lo valen aquellas estrellas, aquel mar, aquella calma....

miércoles, 23 de enero de 2019

Residuo o Poso fecundo

Residuo: Materia inservible que resulta de la descomposición o destrucción de una cosa.

Por regla general, los residuos poco aportan a la vida cotidiana, se van depositando en el fondo de nuestra alma, igual que en el fondo de nuestros mares, y no construyen, más bien destruyen o nos enferman, como puede suceder con los residuos radioactivos. Todo aquello que tenemos o llevamos dentro, que se queda ahí como materia inerte, tiende a “enfermarnos”, alejarnos de nuestro centro, enfadarnos, buscar culpables en el Universo y en los otros. Nos hace perder la perspectiva de que la vida fluye y sucede en cualquier circunstancia. 

Decía el sabio: “Mala suerte, buena suerte, ¿Quién sabe?”

¿Qué residuos tengo en mi vida, ahí, en el fondo de mi alma, en forma de rencores, malestares con otros, con o sin razón, circunstancias adversas…?

¿Es útil, transformable? Como esa botella de plástico o vidrio que reciclo o reutilizo.

Y si no es útil, ¿Por qué no me deshago de ello?

Poso:Resto o señal que queda de una cosa al pasar de un estado a otro.

Cuando en el antiguo Egipto se desbordaba el rio Nilo, este acontecimiento de vivía como una desgracia y como una bendición. Desgracia porque asolaba con todo. Bendición porque, tras volver las aguas a su cauce, el limo convertía en tierra fértil aquellas tierras en apariencia desérticas.

¿Qué es el limo?, un sedimento que se convertía en poso fecundo que favorecía el crecimiento de aquello que luego se iba a plantar.

También es de antiguo el uso que se realiza de los posos de café. Los posos de café consiguen mejorar el suelo y aportar esponjosidad beneficiosa para las plantas.

Cuando entresacamos, en nuestro día a día, un poso fecundo de todo aquello que nos sucede, esto nos permite crecer en nuestro interior. Cuando la Vida se posa en nosotros, como hacia el limo tras las devastaciones del Nilo, se puede sembrar en nosotros las semillas de los dones y talentos que, con su fecundidad, nos ayudaran a crecer.

A la luz de la Vida ¿Cuántos posos están alojados en el fondo de mi alma, que me han permitido crecer, en forma de recuerdos, de aquel detalle de alguien en un momento delicado, como señales en medio del desierto emocional?

¿Cómo puedo convertir el residuo doloroso en poso fecundo?¿De qué me sirvo para esa tarea?


“Cuando tengas un conflicto, no se lo des al ego para que lo resuelva. Dáselo al Alma.” El alma es mucho más benévola. Hacer de las circunstancias vitales un poso fecundo en lugar de un residuo radiactivo.



martes, 15 de enero de 2019

Tides

Mientras Marco me acaricia las neuronas con su voz de terciopelo rasgado, ella aparece como una invocación silenciosa, con la sonrisa distraída, mirando todo a su alrededor. Curiosa, con un rizo díscolo sobre la frente. Me pregunto en que momento la he llamado o si alguna vez dejé de hacerlo.

Me quita el boli y dibuja flores en mi cuaderno de las cosas a sentir, respirar, airear. Yo siempre dibujo flores para buscar centro, recuperar atención, borrar penas. Se ríe divertida. Es bonita, como una margarita que detuvo el tiempo en el momento exacto de floración.

Su voz de cristal roto me quiere contar las cosas que sé al oído. Quiere afianzarme, apuntalar bases, quitarme basuras del alma que sabe que no me sirven. Sabe que necesito un río que fluya y un agua capaz de saltar grácil por todos los pedruscos aunque me lleve la corriente. No poner piedras mas grandes.

"No dejes de Ser. Las mujeres como nosotras no necesitamos brújula, sabemos lo emocionante de perderse para encontrarnos. No necesitamos posturear."

Yo me lo creo pero me parece injusto. Está de acuerdo. Sabe de que hablo, me entiende. Muere mi sonrisa entre cuatro lagrimas mal caídas mientras vuelvo a mi centro. Este estar dentro y fuera es agotador, como una carrera de fondo por las montañas. Su calidez acaricia mi pelo.

"Llora, mejor fuera que dentro. Respira. A veces el Universo nos da una tregua pero luego todo vuelve a su lugar."

Mis gatos ronronean buscando sus mimos. La vieron llegar antes que yo. Es suave como un silencioso copo de nieve.

Asomada a la ventana de mis ojos, me susurra "tu corazón no puede quebrarse de nuevo. No has llegado hasta aquí para ser un drakkar descompuesto a la orilla de su alma. Quédate y muere un poco conmigo en lo que yo resucito apenas contigo....prometo recoger tus pedazos. Soy buena haciendo puzzles."

La voz de Marco vuelve a su lugar... "Tides in my blood follow the pale moon
drawing my soul to the skies...."

miércoles, 2 de enero de 2019

Presagios...

Termino el año y mi lista de buenos propósitos se perdió en la corriente del río de la existencia. No hay tales mas allá de vivir el sucediendo como si fuera lo único que me queda. No importa la circunstancia.

Sin embargo, hoy amanecí con la cabeza llena de malos presagios y un aliento gélido acariciando mi nuca con la osadía del cinismo y un sarcasmo prendido en la comisura de unos labios apenas dibujados en una cara insulsa, anodina, sosa. Admito que es un duelo del que no puedo desligarme y una incertidumbre dolorosa. Un fantasma que está ahí.

Si llegara el momento seré como el árbol de sándalo que perfuma hasta el cuchillo que lo corta.

He reducido el numero de mis certezas, apenas tres o cuatro, habitando en mi alma como pequeños colibríes y han quedado alrededor algunas accesorias, cambiantes. Hay espacio para oxigenar esta existencia a veces asfixiante y claustrofóbica.

Hoy es día 2 y es, por el momento, lo único que tengo hasta ahora entre las manos. No busco respuestas. No me haré preguntas. Dejaré que mis presagios vengan, me avisen y se vayan en la misma corriente donde se perdieron esos propósitos que nunca cumplo porque no creo en ellos. Me dejaré ir un rato a ese recuerdo vívido que es el hueco de su abrazo, ese lugar hogar donde me gusta ser aunque se vea en la tentación de cambiar la cerradura y esconder la llave.

De momento, hoy es dia 2, son las once de la mañana. Es la única certeza que tengo.