"... Quizá fue hace mes y medio o mucho antes. Se posó en mi estómago una tristeza sin nombre, vaga, plagada de un silencio desconocido y dispuesta a no irse fácilmente.
Quizá fue al cruzarme con aquella mirada que me atrapa y esa sonrisa, otra vez, y comprobar, al acercarme, que la curiosidad lleva al abismo infranqueable de una distancia invisible. Como de dos mundos diferentes, paralelos, que sólo se tocan como en un eclipse el sol y la luna. Un segundo o veinte.
Convencida de lo ridículo de todo esto, mi alma boga por esa melancolía nueva y sueña despierta, vestida de absurdo, pasándose paradas de autobús y perdiéndose en lo conocido. Tratando de volver a casa, a lo cotidiano. Volviendo a tocar realidad. Recogida hasta que está pena extraña y no invitada se vaya, me siento a descubrir hasta dónde puede bogar un sueño..."
martes, 30 de abril de 2019
Bogar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario