miércoles, 23 de enero de 2019

Residuo o Poso fecundo

Residuo: Materia inservible que resulta de la descomposición o destrucción de una cosa.

Por regla general, los residuos poco aportan a la vida cotidiana, se van depositando en el fondo de nuestra alma, igual que en el fondo de nuestros mares, y no construyen, más bien destruyen o nos enferman, como puede suceder con los residuos radioactivos. Todo aquello que tenemos o llevamos dentro, que se queda ahí como materia inerte, tiende a “enfermarnos”, alejarnos de nuestro centro, enfadarnos, buscar culpables en el Universo y en los otros. Nos hace perder la perspectiva de que la vida fluye y sucede en cualquier circunstancia. 

Decía el sabio: “Mala suerte, buena suerte, ¿Quién sabe?”

¿Qué residuos tengo en mi vida, ahí, en el fondo de mi alma, en forma de rencores, malestares con otros, con o sin razón, circunstancias adversas…?

¿Es útil, transformable? Como esa botella de plástico o vidrio que reciclo o reutilizo.

Y si no es útil, ¿Por qué no me deshago de ello?

Poso:Resto o señal que queda de una cosa al pasar de un estado a otro.

Cuando en el antiguo Egipto se desbordaba el rio Nilo, este acontecimiento de vivía como una desgracia y como una bendición. Desgracia porque asolaba con todo. Bendición porque, tras volver las aguas a su cauce, el limo convertía en tierra fértil aquellas tierras en apariencia desérticas.

¿Qué es el limo?, un sedimento que se convertía en poso fecundo que favorecía el crecimiento de aquello que luego se iba a plantar.

También es de antiguo el uso que se realiza de los posos de café. Los posos de café consiguen mejorar el suelo y aportar esponjosidad beneficiosa para las plantas.

Cuando entresacamos, en nuestro día a día, un poso fecundo de todo aquello que nos sucede, esto nos permite crecer en nuestro interior. Cuando la Vida se posa en nosotros, como hacia el limo tras las devastaciones del Nilo, se puede sembrar en nosotros las semillas de los dones y talentos que, con su fecundidad, nos ayudaran a crecer.

A la luz de la Vida ¿Cuántos posos están alojados en el fondo de mi alma, que me han permitido crecer, en forma de recuerdos, de aquel detalle de alguien en un momento delicado, como señales en medio del desierto emocional?

¿Cómo puedo convertir el residuo doloroso en poso fecundo?¿De qué me sirvo para esa tarea?


“Cuando tengas un conflicto, no se lo des al ego para que lo resuelva. Dáselo al Alma.” El alma es mucho más benévola. Hacer de las circunstancias vitales un poso fecundo en lugar de un residuo radiactivo.



martes, 15 de enero de 2019

Tides

Mientras Marco me acaricia las neuronas con su voz de terciopelo rasgado, ella aparece como una invocación silenciosa, con la sonrisa distraída, mirando todo a su alrededor. Curiosa, con un rizo díscolo sobre la frente. Me pregunto en que momento la he llamado o si alguna vez dejé de hacerlo.

Me quita el boli y dibuja flores en mi cuaderno de las cosas a sentir, respirar, airear. Yo siempre dibujo flores para buscar centro, recuperar atención, borrar penas. Se ríe divertida. Es bonita, como una margarita que detuvo el tiempo en el momento exacto de floración.

Su voz de cristal roto me quiere contar las cosas que sé al oído. Quiere afianzarme, apuntalar bases, quitarme basuras del alma que sabe que no me sirven. Sabe que necesito un río que fluya y un agua capaz de saltar grácil por todos los pedruscos aunque me lleve la corriente. No poner piedras mas grandes.

"No dejes de Ser. Las mujeres como nosotras no necesitamos brújula, sabemos lo emocionante de perderse para encontrarnos. No necesitamos posturear."

Yo me lo creo pero me parece injusto. Está de acuerdo. Sabe de que hablo, me entiende. Muere mi sonrisa entre cuatro lagrimas mal caídas mientras vuelvo a mi centro. Este estar dentro y fuera es agotador, como una carrera de fondo por las montañas. Su calidez acaricia mi pelo.

"Llora, mejor fuera que dentro. Respira. A veces el Universo nos da una tregua pero luego todo vuelve a su lugar."

Mis gatos ronronean buscando sus mimos. La vieron llegar antes que yo. Es suave como un silencioso copo de nieve.

Asomada a la ventana de mis ojos, me susurra "tu corazón no puede quebrarse de nuevo. No has llegado hasta aquí para ser un drakkar descompuesto a la orilla de su alma. Quédate y muere un poco conmigo en lo que yo resucito apenas contigo....prometo recoger tus pedazos. Soy buena haciendo puzzles."

La voz de Marco vuelve a su lugar... "Tides in my blood follow the pale moon
drawing my soul to the skies...."

miércoles, 2 de enero de 2019

Presagios...

Termino el año y mi lista de buenos propósitos se perdió en la corriente del río de la existencia. No hay tales mas allá de vivir el sucediendo como si fuera lo único que me queda. No importa la circunstancia.

Sin embargo, hoy amanecí con la cabeza llena de malos presagios y un aliento gélido acariciando mi nuca con la osadía del cinismo y un sarcasmo prendido en la comisura de unos labios apenas dibujados en una cara insulsa, anodina, sosa. Admito que es un duelo del que no puedo desligarme y una incertidumbre dolorosa. Un fantasma que está ahí.

Si llegara el momento seré como el árbol de sándalo que perfuma hasta el cuchillo que lo corta.

He reducido el numero de mis certezas, apenas tres o cuatro, habitando en mi alma como pequeños colibríes y han quedado alrededor algunas accesorias, cambiantes. Hay espacio para oxigenar esta existencia a veces asfixiante y claustrofóbica.

Hoy es día 2 y es, por el momento, lo único que tengo hasta ahora entre las manos. No busco respuestas. No me haré preguntas. Dejaré que mis presagios vengan, me avisen y se vayan en la misma corriente donde se perdieron esos propósitos que nunca cumplo porque no creo en ellos. Me dejaré ir un rato a ese recuerdo vívido que es el hueco de su abrazo, ese lugar hogar donde me gusta ser aunque se vea en la tentación de cambiar la cerradura y esconder la llave.

De momento, hoy es dia 2, son las once de la mañana. Es la única certeza que tengo.