martes, 14 de enero de 2020

La desventaja de no conocer

La desventaja de no conocer el futuro que nos espera es que nos abandona a la imprudencia. 
La desventaja de no conocer el futuro que nos depara el destino es que así tenemos la posibilidad de sentir el fracaso y la decepción porque al final hicimos aquello o no lo hicimos.
A veces la tristeza invade lineas rojas que deberían ser infranqueables, pero la muy puta se cuela como agua que recupera su cauce arrasando todo a su paso y es entonces cuando hay que parar, recolocar y resignificar. Cambiar la narrativa. Hacer limpia, como en una mudanza.
Desechar aquello que no suma y que, por tanto, sobra.
La vida y su incertidumbre nos lleva al desamparo, nos tiene todo el tiempo buscando caminos alternativos. Una eterna supervivencia que nos carga de una culpa vacía en lugar de darnos una responsabilidad. La vemos como de lado llenando el cuerpo de contracturas y ausencias. Otras veces, un atisbo de ilusión se asoma entre las grietas para disiparse tras un pensamiento razonable. 
La desventaja de no conocer el futuro es que no sabemos cuando nos vamos a ir ni quien nos va a dejar primero y para siempre. Lo que nos situa en el abandono, con un ojo que llora siempre mientras el otro intenta mirar con otras gafas. 

La vida sucede y la desventaja de no saber el futuro nos va acoplando con la resiliencia justa para llegar al final del camino, hacia la luz.