miércoles, 31 de mayo de 2017

Me acurruco

Me pierdo entre egos y somnolencia. Entre estragos y prepotencias.

Me acurruco en un rincón a esperar que suba la marea y se lleve estas basuras del alma que me sobran y me dispersan. Deseo quedarme con aquello que me alimenta sanamente. Que me dé paz. Lejos del engullir tóxico de lo pusilánime. 

Quiero un paseo sincero, ajeno al postureo, en la simplicidad y la complicidad.

Me acurruco en un rincón y espero a perderme en su abrazo, donde me encuentro. Donde disfrutar del solo estar.  

Quiero un paseo sincero, de su mano, y no otra. Porque es allí donde mi mano se reconoce y existe. Es. 

Mi tecla enmudece ante el calibre de las cicatrices. Las conozco todas.  

El silencio se hace poesía. Le abraza en un largo canto que, quizá un día, escuche o lea y se reconozca. "A ti, alma libre, amor imposible...", "...amanecí con alma de Adagio", "Reparar destrozos"...

Me acurruco en su abrazo. Sincero. Ajeno al postureo. Simple. Cómplice. 

Descanso. 


viernes, 12 de mayo de 2017

7 años

Eran las ocho menos cuarto de la tarde de un 12 de mayo de hace 7 años. El Atleti se jugaba algo, una final de champions, creo, mientras yo me preparaba para la cita con el único hombre al que siempre dejare desordenar mi vida. Ilusión, miedo, nervios.

Imprevistos de última hora hicieron que nuestro encuentro no fuera como nosotros hubiéramos esperado, aunque tus ojos y tu carita de mayor me sorprendieron llorando yo, a lagrima viva, mientras intentaban arreglar los destrozos de la tormenta aquellos que habían dictaminado que nuestros encuentro seria diferente, fundamentalmente por tu salud, que parecía peligrar.

El Atleti lo dio todo esa tarde, mientras a ti te conducían a brazos ajenos, cuando yo lo único que quería era estar contigo, y tú también. ¡¡qué duras fueron aquellas horas de separación después de tanto tiempo esperando encontrarnos!!.

Tuve que esperar al tan ansiado triunfo del Atleti, para poder encontrarme contigo. Ese momento, tan emocionante de arrancarte de los brazos de otra y tenerte conmigo por fin. Tan bonito, con tus enormes ojos, mirándonos a todos como si supieras perfectamente quienes eramos.

Siete años ya de aquello. Y aquí seguimos, los dos, aprendiéndonos, porque no somos fáciles pero tampoco imposibles.

Sietes años muy vividos, llenos ya de luces y sombras, de oscuridades, de retos, de elecciones y lecciones. De tanto aprender de la vida, cuestionarte, ponerme a prueba, descubrir.

Siete años de leer, escribir, dibujar, inventar, componer y compartir. Pura genialidad y genio. Explosión de emociones. Creatividad infinita.

Siete años de tantas cosas nuevas y tanto por vivir que, a veces, temo perderme algo.

Gracias por quererme altruista y decirme siempre que soy la mas "bonita" a pesar de todos mis errores contigo y conmigo.
Gracias por ponerme a prueba y enseñarme tanto.
Gracias por ser un genio maravilloso, tan guapo y bello como tu padre pero tan inteligente y noble como tu madre, eso no vamos a negarlo, mi bombón.

Gracias por haberme elegido porque yo te buscaba pero fuiste tu quien vino  a mi encuentro.