sábado, 11 de agosto de 2018

C. S. Lewis

Lewis me ha pillado subrayando con un lápiz su pena en observación. Me lo quita.  Me sonríe. Me señala con un dedo sobre la pagina esa linea gris marengo.

"Nadie me había dicho nunca que la pena se viviese como miedo..."

El miedo que da la perdida, el miedo al olvido de la otredad que antaño llenaba la existencia sin pretenderlo.

Esa pena acuosa, pringosa, que genera la nostalgia de lo que se ha transformado pero ya no es aquello que fue...

"¿Te diste cuenta en algún momento, amor mio, de lo  mucho que te llevaste contigo al morir? Me despojaste hasta de mi pasado, hasta de las cosas que nunca compartimos."

Un rictus severo se cruza en su mirada otrora dulce.

"La pena es como un valle dilatado y sinuoso, que a cada curva puede revelar un paisaje totalmente nuevo..."

Lewis me cuenta que ella se fue llevándoselo todo. Se hizo muy duro vivir. Me cuenta que no hace falta que nadie se muera, solo basta una fractura en el velo del amor, para sentir ese dolor sordo que esconde tras la mercromina una herida que de vez en cuando se abre para supurar.

Lewis me cuenta que el amor no puede ser una infección. Sí una herida. Pero yo prefiero que sea un columpio, brisa en el rostro, un vaso de agua fresca, tu sonrisa. Esas cosas sencillas, sin oropeles innecesarios, sin mentiras. Me da la razón.

"Mírame sin piedad, querida. Ni aunque pudiera hacerlo me escondería. No solíamos idealizarnos el uno al otro. Conocías de sobra mis rincones mas putrefactos. Si ahora descubres algo aun peor, soy capaz de soportarlo..."

Elegir quedarse a pesar de los rincones sin luz llenos de telas de araña o colonias de encantadores murciélagos que sueñan ser Gary Oldman. Transformando la realidad que pareciera inamovible. Nada es estático. Siempre hay una grieta por la que la luz sale o incluso entra. 

"..En la pena nada se asienta... Avanzo en círculos, ¿o me atrevo a sostener que avanzo en espiral?"

Lewis me cuenta que la felicidad prevalece durante eones. Y yo lo sé porque tras la curva sinuosa a veces está, dura un ratito, pero permanece para siempre.

Saca punta y me devuelve mi lápiz, tengo mucho que subrayar.

"Pero H. también es como un jardín. Como un nido de jardines, una pared dentro de otra y un seto dentro de otro, mas secreto, mas lleno de vida fragante y fértil cuanto más te adentras en él."

jueves, 2 de agosto de 2018

Hay días....

Hay días en que toda la tristeza acumulada en el fondo del alma sube a la superficie, como un tsunami, devastando todo  a su alrededor y recordándote todas las nostalgias acumuladas.

Hay días en que la memoria se vuelve fina y trae a la mente, como un huracán, toda la melancolía de las noches en vela, los susurros inventados y los besos no dados que, escondidos en las manos de Morfeo, vienen en los sueños para decirte que hay cosas que solo suceden en ese impás entre mundo onírico y vigilia.

Y parece real.
Y estás ahí. Invadiendo mis sombras y mis huecos. Incendiando mis rincones. Agazapado para salir cuando menos te espero y cuando mas te quiero.

Fantaseo con ser oquedad. Borrar de los ojos la ternura y devolver el eco de una mirada anodina. Eso es, en definitiva, lo que debería salirme del alma y no esta inquietud afónica.

Hay días en que toda la tristeza emerge sin ser llamada. Y te amarga el día y te inunda el alma y los ojos con una acuosidad pringosa que no se quita con nada .

Y quisiera apoyarme en ese abrazo tuyo que parece no ser para mí.

Hay días en que la memoria se vuelve puñal y me traspasa las venas y lo mancha todo de sangre pero no borra la ternura de la mirada ni me deja ser oquedad en tu presencia.....