martes, 18 de diciembre de 2018

Año

Hace un año sentí perder el suelo bajo mis pies por un acontecimiento aparentemente idiota para el mundo pero profundamente doloroso para mi que se llevó consigo hasta mis lágrimas pero las sustituyó por una terrible ira contenida, oscura, negra, tensa. Esas cosas que además no puedes hablar salvo con tu terapeuta y con tus mejores amigas, aquellas mas cercanas. Comenzó entonces un año de reparación de daños, reconstrucción, restauración. Un año de mirar dentro, conectar y aceptar y, sobre todo, ver como podía salir de ese pozo de amargura en el cual había caído por mi propia estupidez, quizá.

La primera conciencia que tuve fue la de no tener la obligación de estar allí donde quería estar pero que me pudiera suponer dolor. Necesité tomar distancia. Necesitaba cuidarme. Blindarme un poco. Recolocar mis muebles mentales y emocionales que habían caído por el terremoto.

El comienzo de este año me llevó a este punto de inicio de profunda tristeza. A un bonito recital el 20 enero, a sesiones de hospital con mi padre, a otro bonito recital a finales de febrero, y al fallecimiento de mi padre el día 8 de marzo. En estos meses continué con mi tarea sanadora. Poco a poco, sin prisa, sin pausa. Acompañar a mi padre en sus últimos momentos me sirvió para darme cuenta de la importancia de SER, mas que estar. No era fácil SER su hija, nada fácil, pero en esos momentos solo me salia SER ahí con él, y se fue, y me quedé sin saber si realmente me quería o si yo no había sido capaz de entender su forma de querernos. Y, a partir de ese momento, el resto del año transcurre en un continuo aprendizaje, reconocimiento y aceptacion del "Yo soy" del decidir SER frente al posturear que a veces es la vida, aunque no sea rentable.

He conocido a personas importantes en mi desarrollo personal y profesional (por mencionar, Fina Sanz y Fidel Delgado...), he vuelto a disfrutar como una adolescente con un concierto de KISS, EUROPE, y NIGHWISh disfrutando muchisimo de un constante primer plano con saludo de Marco Hietala (el no lo sabe, pero nos vamos a casar)... y he vivido situaciones realmente kafkianas....

Y sigo disfrutando del gozo de la poesia y de compartirla

Camina el año de tropiezo en tropiezo y de acierto en acierto. Momentos autenticamente felices que cuento con los dedos de ambas manos y quiza de algun pie. Y algunas cosas que me ponen profundamente triste, como nunca antes, que tengo que aceptar que me sucede y hay que respirarlo, reconocerlo, darle su lugar y despues dejarlo ir. Ocuparme mas que preocuparme.  Hay cosas que sigo sin entender pero tambien sé que no estoy aqui para entenderlo todo. He aprendido a poner fechas de caducidad a las circunstancias y ya llevo alguna apuntada para el proximo año...porque solo puedo hacer algo con aquello que depende de mi...Y sobre todo, lo que tenga que SER, será....de otro modo es posturear...

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Thelma

Thelma es mi gata kimera mestiza adoptada. Tiene un trauma que le produce un miedo atroz que la impide relacionarse con normalidad conmigo y con Odin, también con Freya y con mis hijos.

Cada noche, antes de irme a dormir, oteo en su escondite y, si está, me siento a su lado, le acaricio, porque se deja, le hablo bonito, y busca mi mano para esconder la cabeza y pedir mimos. Así es Thelma. Necesita y quiere mimos, le gusta que le quieran pero el miedo es superior a ella y apenas es capaz de moverse de donde está. Se paraliza.

Se asusta con mucha facilidad, no puedo hacer movimientos bruscos, ni levantar la voz. Así que me invita a ser mas pausada de lo que soy habitualmente. Procuro ser mas tranquila y, si cabe, mas tierna de lo que normalmente soy. Tengo paciencia infinita con ella. A pesar de sus desplantes y sus iniciales giros de cara. No puedo tenérselo en cuenta. Es miedo. Y al principio, yo solo era presencia que intentaba ser segura.

Despues de algo mas de un mes de presencia cercana, su mirada dulce y asustada ya hace contacto visual con la mía. Y anoche entre mimos conseguí darle su crema dental para la gingivitis que padece y comió chuches gatunas. Ya se que le gustan las de pollo e higado, las otras no. Hemos dado un paso grande.

Hoy, sin embargo, cuando fui a darle los buenos días, como cada día, no estaba en su escondite habitual. Una vez mas, el miedo la invitó a huir a un lugar mas seguro. Aun es demasiado cauta y prudente para fiarse de que la quiero.

A veces, el miedo es mas fuerte que todo y nada tira la barrera que forma entre quien lo padece y el mundo...lo invade todo...y ni la ternura ni el amor parecen poder con él....

Quizá algún día  Thelma  se permita la libertad que da perder el miedo, y sea capaz de disfrutar del amor y la ternura que ahora solo tiene en pequeñas dosis...de momento, es todo lo que me permite darle y no soy persona de escatimar ternura, solo que ella eso no se lo puede creer aun....


jueves, 1 de noviembre de 2018

Tempus fugit

"Mon amour, voici ma dernière lettre,
¿Cómo sigues?. ¡¡Cómo me gustaría darte un abrazo de esos reparadores de trocitos de alma!!. Me encantaría echarme a tu lado y, sencillamente, charlar o no. Estar en silencio me vale tanto como piar cual cotorra. Creeme, no necesito mas que la solida presencia y tú no necesitas mas que un abrazo. No necesitas mas que  ternura, esa que ayuda a sobrellevar todo....."

 Y yo soy esa mindundi que se cree que puede ofrecértela como si me creyera el único ser vivo sobre la faz de la tierra. Quizá si así fuera, podría ser posible, pero dado que vivimos en un mundo plagado de otros seres vivos y abyacentes, es probable que cualquiera pueda sentir la necesidad de ofrecerte semejante gesto lleno de amor y que no es precisamente el mio.

Y a veces no puedo dejar de preguntarme, ¿qué  es lo que aun me sitúa en torno a esa órbita plagada de satélites, al parecer, de muchísimo mas interés? ¿qué necesidad tengo yo de andar paseando ofreciéndote mis afectos?, sera que soy yo la que esta deseando verte y abrazarte. Es, probablemente, una necesidad solo mía, unilateral. ¿Sera posible que me hayas hecho un "amarre" para poder tenerme cerca únicamente en pro de engrandecer tu ego? De lo contrario, no puedo entender porque esa resistencia a dejarme morir.

Los arcanos me cuentan que soy fundamental. Me empoderan. Me dicen que no me vaya porque me morire de pena y tu más. Sin embargo, mi reloj calendario marcó por azar de la intuición un día y una fecha generosa en el tiempo de la que ya no puede sustraerse...esta ahí, en la agenda, encabezada por la palabra FIN.

Será entonces, será antes...sea cuando sea, el tiempo corre, será el momento en el cual mi alma se evaporará para ir a morir de pena en el lodo del olvido....con tu consentimiento o, probablemente, sin él...

lunes, 1 de octubre de 2018

Reparaciones

El dolor es como un caballito de mar enredado en algas de plástico luchando por salir pero que  no puede, porque de puro afán se fue muy profundo y ahora está agotado por el esfuerzo aunque igual pude remontar a lomos de un mero. 

Es encontrar tu libro favorito descatalogado y no poder hacer fotocopias y que, de repente, alguien lo encuentre en un rincón perdido y te lo regale o lo tenga y te lo preste.

El dolor tiene sonido de una cremallera rota, de esas complicadas de cambiar o arreglar, que se engancha, se abre del otro lado según cierras, pierde el cierre, se atasca, a veces, definitivamente, se rompe, se rasga, queda torcida y mal cuadrada de "dientes"'....así es el dolor...y es que, aunque, pongas cremallera nueva, la tela del alma ya ha cogido holgura y es probable que la reparación, o reciclaje, sea un mero parche para adornar, para ir tirando y aguanta, a veces se acomoda.....

El dolor es como un calcetín desparejado de un color imposible de combinar que mamá ha transformado en un conejito convirtiéndolo en el mejor muñeco del mundo. 

El dolor escuece como un raspón de esos que te haces cuando das un mal paso y te caes, molesta unos días, a veces se infecta, también se cura y deja marca. 


El dolor parece coger gusto a la piel que habita, esa querencia que da una manta cálida, suave y un buen libro, pero hasta él se va un día cuando deja de sentirse abonado y mimado...

Así es el dolor, así son sus cicatrices y reparaciones...la vida, el alma....

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Nadar

Cuando sumerjo la cabeza bajo el agua y deslizo mi cuerpo en esa danza acompasada que me desplaza ligera, el tiempo se detiene. Un murmullo si acaso interno se enciende y el alma es libre. La menta se conecta con su memoria antigua y da igual que sea mar o piscina. Es agua.

Siempre he adorado y envidiado la calma submarina de los peces, observarlos hipnotizada por sus movimientos y miradas inquietas y, a la vez, perezosos solazándose en ese inusitado placer, en esa caricia continua y sincera del agua sobre las escamas, descarada y, siempre, silenciosa.

Bajo el agua no siento la necesidad de hacer de la felicidad un lugar permanente. No siento la necesidad de quedarme conforme con las migajas. Es libertad y soledad en ese estado tan puro.

Mindfullness. Movimiento de brazos, piernas, silencio...no hay más.

Sobre el agua, dejo mi cuerpo desplazarse libre, sin mas movimiento que el que me procura. Todo es silencio. Tiempo detenido. Simulacro de pez.

Me faltan tantas cosas por nadar. Tantas melancolías por ahogar. Aunque sea un intento de sirena malherida por las tempestades de la superficie que ha tenido la osadía de refugiarse en tu abrazo siempre equivocado.

sábado, 11 de agosto de 2018

C. S. Lewis

Lewis me ha pillado subrayando con un lápiz su pena en observación. Me lo quita.  Me sonríe. Me señala con un dedo sobre la pagina esa linea gris marengo.

"Nadie me había dicho nunca que la pena se viviese como miedo..."

El miedo que da la perdida, el miedo al olvido de la otredad que antaño llenaba la existencia sin pretenderlo.

Esa pena acuosa, pringosa, que genera la nostalgia de lo que se ha transformado pero ya no es aquello que fue...

"¿Te diste cuenta en algún momento, amor mio, de lo  mucho que te llevaste contigo al morir? Me despojaste hasta de mi pasado, hasta de las cosas que nunca compartimos."

Un rictus severo se cruza en su mirada otrora dulce.

"La pena es como un valle dilatado y sinuoso, que a cada curva puede revelar un paisaje totalmente nuevo..."

Lewis me cuenta que ella se fue llevándoselo todo. Se hizo muy duro vivir. Me cuenta que no hace falta que nadie se muera, solo basta una fractura en el velo del amor, para sentir ese dolor sordo que esconde tras la mercromina una herida que de vez en cuando se abre para supurar.

Lewis me cuenta que el amor no puede ser una infección. Sí una herida. Pero yo prefiero que sea un columpio, brisa en el rostro, un vaso de agua fresca, tu sonrisa. Esas cosas sencillas, sin oropeles innecesarios, sin mentiras. Me da la razón.

"Mírame sin piedad, querida. Ni aunque pudiera hacerlo me escondería. No solíamos idealizarnos el uno al otro. Conocías de sobra mis rincones mas putrefactos. Si ahora descubres algo aun peor, soy capaz de soportarlo..."

Elegir quedarse a pesar de los rincones sin luz llenos de telas de araña o colonias de encantadores murciélagos que sueñan ser Gary Oldman. Transformando la realidad que pareciera inamovible. Nada es estático. Siempre hay una grieta por la que la luz sale o incluso entra. 

"..En la pena nada se asienta... Avanzo en círculos, ¿o me atrevo a sostener que avanzo en espiral?"

Lewis me cuenta que la felicidad prevalece durante eones. Y yo lo sé porque tras la curva sinuosa a veces está, dura un ratito, pero permanece para siempre.

Saca punta y me devuelve mi lápiz, tengo mucho que subrayar.

"Pero H. también es como un jardín. Como un nido de jardines, una pared dentro de otra y un seto dentro de otro, mas secreto, mas lleno de vida fragante y fértil cuanto más te adentras en él."

jueves, 2 de agosto de 2018

Hay días....

Hay días en que toda la tristeza acumulada en el fondo del alma sube a la superficie, como un tsunami, devastando todo  a su alrededor y recordándote todas las nostalgias acumuladas.

Hay días en que la memoria se vuelve fina y trae a la mente, como un huracán, toda la melancolía de las noches en vela, los susurros inventados y los besos no dados que, escondidos en las manos de Morfeo, vienen en los sueños para decirte que hay cosas que solo suceden en ese impás entre mundo onírico y vigilia.

Y parece real.
Y estás ahí. Invadiendo mis sombras y mis huecos. Incendiando mis rincones. Agazapado para salir cuando menos te espero y cuando mas te quiero.

Fantaseo con ser oquedad. Borrar de los ojos la ternura y devolver el eco de una mirada anodina. Eso es, en definitiva, lo que debería salirme del alma y no esta inquietud afónica.

Hay días en que toda la tristeza emerge sin ser llamada. Y te amarga el día y te inunda el alma y los ojos con una acuosidad pringosa que no se quita con nada .

Y quisiera apoyarme en ese abrazo tuyo que parece no ser para mí.

Hay días en que la memoria se vuelve puñal y me traspasa las venas y lo mancha todo de sangre pero no borra la ternura de la mirada ni me deja ser oquedad en tu presencia.....

martes, 17 de julio de 2018

Pesadilla

Ya sabes, de vez en cuando, tengo pesadillas. Me despierto sobresaltada entre gritos de terror y sudores fríos, con presencias despidiéndose a los pies de mi cama y la respiración rota. Me acurruco en un rincón  de la cama que me parece enorme y dejo que una oración infantil me salve del miedo....

"Ángel de la guarda, dulce compañía...."

Esta vez se añaden amargas lágrimas que auguran rancios y tristes presagios...soñé que amaba a otro. Besaba otros labios y me recreaba en otro cuerpo, en otro abrazo. Y no me negaba. Y era buscado y esperado como un bebé que se desea.

Desperté aterrada.

En realidad, ¿qué mas da que yo sueñe que amo a otro?, total, no es verdad....es solo mi inconsciente que juega a hacerse el importante en algún momento de su existencia. Que pretende salir de sus complejos, sus lágrimas y sus agonías de algún modo, aunque sea tan terrorífico y desajustado.

Si bien, imagina por un momento, por un aterrador instante, que fuera cierto.... que amo a otro...

martes, 19 de junio de 2018

Solo queda soñar

Sus ojos clandestinos oteaban el escote mientras trataba de mitigar el impulso de sus ingles agónicas. Un ligero temblor en las piernas, agarrotamiento en el estomago y una suerte de  dolor artrítico en la espalda y la rodilla le recordaba que tenia que irse mas pronto que tarde, no fuera a entretenerse demasiado entre aquellos labios de viciosa ternura. Se imponía la huida. El toque de queda emocional.

Sí, tenia unas tetas deseables y unos labios mordibles, que prometían adicción. La piel parecía suave. Solo podía intuirlo preguntándose qué le sucedería si decidía, por un momento, dejar caer una mano distraída y tocar de manera consciente esa epidermis. Tocar, simular una suerte de caricia con la yema de los dedos a lo largo de su brazo desnudo. Besar sin prisa, entretenerse, regodearse, disfrutar. Acariciar. Despertar mas allá.....



Algo que ya solo podía soñar.

viernes, 25 de mayo de 2018

Boudica.

Boudica se sienta en el borde de mi cama, retira los restos de mi cena y seca mis lagrimas. Me mira en silencio. Acaricia mi espalda. Me da cinco minutos de pataleta. Ni uno mas.

Cuando ya no se ama, queda una sequedad en el alma como de desierto y lagrimas de cebolla cortada pasada de fecha. Una extraña sensación de vacío e irrealidad. ¿Será cierto?, me temo que no.
Boudica me acerca un espejo para que me reconozca en las cicatrices de la lucha. Ella sabe que hice lo imposible, que quedé varada en aquella orilla y que, lejos de auxiliarme, quedé abandonada cual drakkar naúfrago.

Y siendo la misma me veo diferente en ese espejo roto lleno de mil imágenes. Todas idénticas. Rotas.
Miro hacia otro lado, no me reconozco. No soy yo en esa imagen partida. Sin brillo, sin lustre.
Boudica se sienta y acaricia mi pelo. Me acuna como a una niña pequeña. Me sonríe dulce.
Me recuerda que no se puede dar "margaritas a los cerdos", que debería ser mas prudente, incluso, menos honesta. Sabe que no valgo pero me exige intentarlo, solo así entiende que cicatriza la existencia. Convirtiéndote en un bello mineral, duro como amatista, bella e irrompible. Como ella. Boudica. Endurecida.

Creo que no valgo.
Mira para otro lado, me dice, osada y atrevida.

Es una tentación demasiado potente perderse en su sonrisa. Poder extinguirme en brazos, versos y besos ajenos. Sí, podría burlar al destino jugándomela como suicida.

No sé.

Boudica me mira y se ríe a carcajadas. Ella también se ha fijado. Me dice que ella también le empotraría si tuviera corporeidad para ello, dice que ademas parece sensible y huele bien. Le gustaría hundir la nariz entre su pelo aspirando el perfume a gomina y colonia. Nos reímos juntas. Sí, yo también lo había pensado. Nos gustan que huelan bien.

Su mirada se nubla, su corporeidad mas, es hora de irse. La vida es otra cosa, pero no por ello dejaremos de reírnos juntas de nuestras ocurrencias. Sí, me anima, nada se pierde por soñar....Desaparece prometiéndome que volverá pronto. A lo lejos el sonido de sus alhajas. En el suelo, un espejo roto. Yo.

miércoles, 18 de abril de 2018

A un olmo seco- Machado

Al olmo viejo, hendido por el rayo 
y en su mitad podrido, 
con las lluvias de abril y el sol de mayo 
algunas hojas verdes le han salido. 

¡El olmo centenario en la colina 
que lame el Duero! Un musgo amarillento 
le mancha la corteza blanquecina 
al tronco carcomido y polvoriento. 

No será, cual los álamos cantores 
que guardan el camino y la ribera, 
habitado de pardos ruiseñores. 

Ejército de hormigas en hilera 
va trepando por él, y en sus entrañas 
urden sus telas grises las arañas. 

Antes que te derribe, olmo del Duero, 
con su hacha el leñador, y el carpintero 
te convierta en melena de campana, 
lanza de carro o yugo de carreta; 
antes que rojo en el hogar, mañana, 
ardas de alguna mísera caseta, 
al borde de un camino; 
antes que te descuaje un torbellino 
y tronche el soplo de las sierras blancas; 
antes que el río hasta la mar te empuje 
por valles y barrancas, 
olmo, quiero anotar en mi cartera 
la gracia de tu rama verdecida. 
Mi corazón espera 
también, hacia la luz y hacia la vida, 
otro milagro de la primavera.

miércoles, 4 de abril de 2018

No te quieren

Cuando tienes que ir detrás y no hay feed-back. No te quieren.
Cuando saben que estas mal y obvian esa circunstancia, y no hay interés. No te quieren.
Cuando te dicen, a hechos consumados, que eso no ha pasado, que no saben de que hablas, que eso no lo han dicho, que se te ha pirado la olla. No te quieren.
Cuando te mienten. No te quieren.
Cuando sientes que te están haciendo un favor. No te quieren.
Cuando hay condescendencia. No te quieren.
Cuando no apuestan por ti. No te quieren
Cuando critican tu físico. No te quieren.
Cuando critican tu nivel de inteligencia. No te quieren.
Cuando te sientes en competición y comparación con otras personas. No te quieren.
Cuando sientes que tienes que estar demostrando que vales la alegría y no la pena. No te quieren.
Cuando te sientes que sobras, cuando tus ojos ven cosas que desearían no haber visto. No te quieren.
Cuando te dan un azucarillo como a un caballo, te regalan un momento dulce para luego ignorarte. No te quieren.
Cuando te dejan con la palabra en la boca. No te quieren.
Cuando pones toda la carne en el asador y no recibes una respuesta. No te quieren.
Cuando te equivocas y el castigo es mayor que la falta. Simplemente porque existe castigo. No te quieren.
Cuando te dan una de cal y otra de arena. No te quieren.
Cuando hay indiferencia. No te quieren.
Cuando te insultan. No te quieren.
Cuando te manipulan. No te quieren.
Cuando te pegan. No te quieren.
Cuando te matan. No te querían. .

lunes, 2 de abril de 2018

Lámpara de sal

A la luz de mi lámpara de sal desgrano versos ajenos en labios de antiguos poemas nórdicos. Leo aventuras de sagas y eddas con traducciones complejas y envueltas en el halo de batallas y sangre. Los libros se apilan en mi cuarto. Prosa, poesía, ensayos imposibles...

A la luz de mi lámpara de sal, leo incansable hasta que el sueño me visita, últimamente demasiado tarde, con un despertador tempranero. O recito en voz alta versos propios o ajenos, ¡qué mas da!, el caso es sentir que pasa el tiempo de una vez, porque solo así todo se pasa y se aparca, y se ve con otra perspectiva.

A la luz de mi lámpara de sal, redimo culpas y pulo mis responsabilidades, escribo un mensaje que no te enviaré porque digo que te quiero y me has dicho que no lo haga que te odie un poco, y yo , obediente, solo escribo para desahogarme porque no lo voy a enviar jamás pero en algún lado tengo que ponerlo. Es verdad, es un suicidio albergar sentimientos que son mas grandes que una y que no sabe por qué hay cosas que no cambian, que parecen haberse convertido en realidad irrefutable, a pesar de haber intentado cambiar el tercio. Tan inteligente a la par que estúpida. La inteligencia nunca puso la vida fácil a los que la poseen. Conlleva una vorágine emocional excesiva, tildada de una también excesiva sensibilidad y querencia por el pensar, indagar, descubrir, tratar de entender,intuir,  meter la pata.... La odio. Lo siento, la odio profundamente, aunque es todo lo que soy y no me deja ser de otro modo, la muy guarra, me hace sentir ridícula si lo intento. Y ahora que la veo en mi hijo, complicándole la existencia, la odio mas.

A la luz de mi lámpara de sal, el alma se abre a la infinitud de la soledad, huyendo del riesgo del menosprecio. Hablando sola. Recordando a ratos esa carpeta llena de notitas a un padre al que nunca supe contentar, ni supe si le caía bien del todo pero que las guardó, nunca sabre por qué.  Siempre fue mas fácil ser su amigo que su hija. Pero ahí estuve, acompañando. Solo puedo estar enfadada.

A la luz de mi lámpara de sal, soy esa tortuga de alma envejecida, memoria antigua y caparazón golpeado que solo tiene ganas de quedarse a leer en su cuarto, escuchar música, desgranar versos propios y ajenos....a la luz de mi lámpara de sal.

martes, 27 de marzo de 2018

Bosque boreal

"Mientras dibuja, Lotta sueña con Noruega en un intento por disipar a los fantasmas del desconsuelo y la certidumbre. Con la cabeza apoyada en la corteza sinuosa de un gran árbol boreal deposita pensamientos en desorden y alguna lágrima en fuga. Lotta revisa su baúl lleno de los cuentos que se cuenta para que todo duela menos y se revista de indiferencia acompañada de cierto sinsentido, quizá, amagando una prepotencia que no tiene pero que le vendría muy bien en ciertos momentos.

Lotta se retira a un lado del camino a ver crecer las flores, esas que nadie mira, pisadas por tantos adelantamientos por la derecha, esas que nadie arranca porque son feas a la vista, pero tan fuertes por dentro, con tanta dignidad. No parece importarles, no se sienten desgraciadas, solo buscan su centro y crecen a pesar de saber que en cualquier momento, alguien adelantará de nuevo por la derecha volviéndolas a pisar.  La vida al margen del camino tiene un coste, Lotta siente que quizá merece la alegría mantenerse ahí, a pesar de todo. Quizá un poco mas adentro, mas cerca del bosque, mas ausente del camino, mas sentada junto al árbol, quizá incluso al fondo, asomando de vez en cuando la mirada al camino, incluso acercarse un poco mas para ver....y, después, volver al abrigo del bosque boreal, quizá con algún pisotón nuevo, tal vez con algún adelantamiento por la derecha, quién sabe, igual presenciando algún choque.

Mientras Lotta pinta, el bosque boreal le parece un lugar demasiado seductor donde quedarse, sin pensar en si alguien vendrá a sentarse con ella a la sombra del gran árbol porque nadie dijo que fuera fácil vivir en el camino, pero lo que nadie dijo es que a veces fuera tan absurdo.

Lotta sabe ser silencio y ausencia o remanso y abrigo. Se sienta junto al gran árbol de corteza sinuosa, apoya su espalda. Piensa. Siente. Es lo que es. Bosque Boreal.

domingo, 18 de marzo de 2018

Hombres

Hay hombres "Guadiana" y hombres "Nilo", hay hombres "Sombra" y hombres "Luz", hombres "Sol" y hombres "Luna"...Hay hombres "lluvia"...hay hombres que suman, otros que sobran...unos que aportan, otros que apartan...

El hombre Guadiana aparece y desaparece a su antojo, es capaz de generar gran riqueza con su presencia y una enorme devastación con su ausencia. Quienes rodean al hombre Guadiana, se quedan esperando a que aparezca como si fuera una estrella del rock porque es cierto que siempre que aparece, deja una enorme humareda a su paso, cual cochazo. No pasa desapercibido. Es un lider natural. Nunca sabes si se alegra de tenerte cerca, o mas bien, pareces un estorbo. El Guadiana desubica, nunca sabemos en que plan vendrá. Nunca sabes si seras la favorita de su harem y, si lo eres, sera ese día, a esa hora en ese preciso minuto, no se sabe que sucederá mañana. En cualquier caso, gusta el Guadiana porque cuando nos hace sentir importantes, se lo curra mogollón y eso es lo que engancha. Normalmente, como buen río, suele dejar poso, lo que pasa que tiene que cuidar que el poso no se convierta en residuo.

El hombre "Nilo" se desborda y devasta todo a su alrededor, luego vuelve a su ser, pero es como un huracán emocional. Puede ser que también desaparezca, hasta la próxima crecida. Se le quiere cuando está en su cauce y se le agradece cuando deja poso. Recordemos que no es lo mismo dejar poso que residuo. Del poso algo crece, del residuo algo sobra. El hombre Nilo puede contestar a los mensajes enseguida con un largo texto o directamente con una lacónico y desquiciante "ok". Igual pasa si le llamas, lo mismo coge el teléfono e interacciona, que lo coge y es monosilábico.

El hombre "Sombra" siempre esta ahí, agazapado. No se le ve, se le siente. De vez en cuando se deja ver, se asoma. Hay veces en que nos gustaría que su presencia fuera mas certera, mas cercana, porque a pesar de saber que está nunca se sabe muy bien por donde pillarle. No se sabe si escribirle o no hacerlo, no se sabe como se lo va a tomar. El caso es que siempre responde, a tiempo. Si le llamas, te atiende. Siempre correcto, siempre brithish. Probablemente tenga un mundo interior muy rico, se puede intuir, atisbar, además suele ser un rico conversador lleno de matices que puede mezclar el humor con un discurso mas serio y siempre elaborado y correcto. Hay veces que se descuelga con un ripio, un emoticono, que agrada, pero normalmente es mas plano emocionalmente, con una timidez encantadora. En ocasiones se echa un poco de menos un atisbo de apasionamiento. En general, gusta mucho esa presencia, ese saber que esta ahí, esa calma contagiosa.

El hombre "Luz" deslumbra y en ese deslumbrar no deja ver bien. Confunde. No es de bajo consumo, no regula. Deslumbra, poco más. Tanta luz se mete hasta el fondo. No tiene termino medio, y en ocasiones, se funde. Desaparece. Y ya no se vuelve a saber de él. Obligatoriamente hay que cambiar de tipo. Siempre, siempre te contestará cuando escribes; siempre, siempre resultará entregado; te proporcionará horas de intensa y larga conversación, no se muy bien con cuanto contenido, pero lo hará, en ocasiones resultando cargante y ligeramente agotador. Mundo interior se le supone pero suele ser mas proyectivo, hacia la galería, con un extenso repertorio de logros en su haber que no dudará en narrar con todo lujo de detalles.

El hombre "Sol" siempre alegre, a veces, agobiante, demasiado flower power. Huye del conflicto aunque exista, siempre lo disfraza, lo bromea y, a veces, eso jode. Atento, sonriente aunque la ocasión no lo merezca. Para algunas cosas es un poco "sin sangre", mas bien, "calenturiento" (no en sentido sexual). Funciona por calentones y a veces cortocircuita, su tormenta solar es impredecible. A veces de solo ver el lado alegre, cansa, pero se agradece cuando una está ploff, aunque sea desde ese positivismo que nos venden socialmente tan artificial.

El hombre "Luna" taciturno y meditativo, con un gran mundo interior. Gran conversador. Tendente a la melancolía. Nocturno. Muy metido hacia "dentro". Lobo solitario, estepario. No le gusta que le molesten. El tampoco molesta y, a veces, no estaría mal que molestara un poco. Es probable que no tenga ni movil, ni facebook, es probable que te compense comunicarte con él por señales de humo. Pero en cierto modo, tiene su encanto, gran inteligencia, saber estar, aunque su desapego en ocasiones genere un daño, porque una piense que no importa, que no se la tiene en cuenta.

Luego está el hombre "Lluvia", el hombre que nutre, aunque todos lo hagan en mayor o menor medida, que siempre deja poso porque siempre crece algo. Refresca. Puede ser caricia. Cala hasta los huesos como el orballo. Lento y tranquilo. Constante. Parece crecer contigo. También puede sanar, limpiar. Pero el hombre lluvia también puede ser tormenta y devastación. Inundación y es entonces cuando es mejor huirle.

Y habrá mas, pero no me da ya la cabeza para pensarlo...supongo que todos tienen un poco de todo, va en momentos, no hay ninguno puro salvo predominancias. Tal y como nos sucede a nosotras....

martes, 27 de febrero de 2018

Creencias...

Siempre he sido creyente, desde que tengo conocimiento de la trascendencia. Antes incluso de que mis padres la pusieran en mi conocimiento. Mucha gente se sorprende de este hecho que no llevo en estandarte pero que tampoco oculto cuando alguien me pregunta. Hay quien incluso ha sentido la necesidad de cuestionar mi inteligencia o mi valía por este hecho. Hay gente para todo.

Mi fe no es cerrada  ni obsoleta. Me niego a cerrarme y encasillarme en preceptos que creo pasados de moda...Está abierta a todo aquello que me invita a la espiritualidad, a la trascendencia, al enriquecimiento y, sobre todo, al crecimiento. Dios, Diosa, energías, sinergias,...Esto igual no lo entiende mucha gente....Me da igual.

No intento convencer a nadie y tampoco defiendo lo indefendible. No defenderé aquello que atente los derechos humanos fundamentales y pediré justicia como corresponde. Sí defiendo mi entorno de base que tanto me ayuda a crecer representado en mi parroquia de barrio, mi comunidad, mi grupo de meditación, y todas las personas que se me van cruzando en el camino de la vida y que tantísimo me aportan....De verdad que no somos capaces, a veces, de ver la inmensidad de la otredad y de todo lo que nos da en la existencia, para bien, para regular o para mal pero siempre para crecimiento. Y no sabemos, cuando damos a los demás, cuanto se llevan. Pero siembra, que algo queda.

Respeto toda postura ya sea atea, agnóstica, de otra confesión.  La respeto porque cada quien se forja desde donde quiere. Cada quien conoce su vida, su mochila, sus zapatos...por eso, todo terreno que se pisa tiene ese punto de sacralidad y autenticidad que merece tanto respeto.

Cuando te forjas en cierta soledad espiritual, conjeturas tu Universo interno y tú lo llevas hasta donde quieres. Tengo el convencimiento absolutamente personal de que existe "algo" dentro de mí, fuera de mí, mas allá de mí, que me invita a vivir desde aquí.

Mi fe, mi espiritualidad, lo que soy, es esa que se sostiene desde como lo entendieron las figuras de Jesús, María Magdalena, Gandhi, Hildegarda de Bingen, Teresa de Calcuta y tantas luchadoras, ....la lucha por la injusticia y en el dar voz a quien lo necesite, el estar al servicio y poner al servicio los dones que una tiene porque solo desde ahí se puede construir un Universo mas amable. Porque hace falta un Universo mas amable, ahora mas que nunca. Por eso mi trabajo es el que es, por eso yo soy la que soy, dentro de mí, fuera de mí y mas allá de mí. Y aunque muchas veces, existan personas que me cuestionen esa importancia en la otredad, no cejo en mi empeño de seguir creyendo que el ser humano es bueno, aun en días aciagos donde parece que la otredad se torna en un universo de maldad y crueldad...aun así, me digo, ¿qué puedo aprender?...

Las grandes figuras de la humanidad hablaban del Amor, un amor reparador, sanador, y con mayúsculas, no un amor mediocre y mediatizado. Es un ideario difícil en un mundo donde vivimos a base de chantajes emocionales, ahorro de sentimientos y economía de besos, abrazos y momentos, pero quiero pensar que no es un mundo imposible....Siembra que algo queda.

En fin, elucubraciones de martes hipertensos.... con cierta melancolía, regresando siempre a lo que soy y de donde vengo....dentro de mí, fuera de mí, mas allá de mí....

miércoles, 7 de febrero de 2018

Caso práctico

Hace tantos años que no recuerdo bien las fechas. Llevaba una vida anodina, con una pareja absurda, uno de esos sinsentidos en los que nos embarcamos con frecuencia y de los que sabemos que tenemos que salir...me llamo la atencion su amabilidad, cualquier duda que pudiera tener siempre tenía respuesta, y, aunque no parecía la alegría de la huerta, al menos tenía siempre que lo necesitaba una palabra amable. ¿Qué podía hacer ese tipo ahí?, no parecía pintar nada, no le pegaba,....me gustaba observarle, él no sabia que yo existía, pero yo sí lo sabia...

Empecé a procurar su compañía llevada por la curiosidad. Me gustaba hablar con él, se podía hablar, era un gran conversador, política, libros, la vida..... y, lo que era mejor, podía aprender mucho. Aportaba y enriquecía mi vida. Además podía ser yo plenamente con él. Eso siempre me ha conquistado en un hombre. De tanto hablar, compartir, sentir las cosas fluir, estar a gusto,... cada día dedicaba mas tiempo a pensar en él en mis ratos libres. Me gustaba, comenzó a gustarme mucho, no puedo decir que sin querer, al contrario, no me opuse en ningún momento a mis sentimientos y emociones. 

Recuerdo una noche de viernes, con mi pareja en un pub, yo bebía whisky casi compulsivamente, me sentía tensa, me estaba aburriendo enormemente, no estaba allí, recogí mis cosas y me fui, sin mediar apenas palabra y bastante borracha. Por aquel entonces, podía hacer esas cosas. Dejé a mi pareja. No tenia sentido mantener algo cuando mi mente estaba en otro sitio, incluso follando. Me había enamorado de él. 

Sabia que era un amor imposible, pero no me importó. En aquel momento decidí que era lo mejor que podía estar pasándome, que era un lujo haberme dejado llevar por la curiosidad y haber descubierto a aquel hombre. Decidí que ese vínculo era lo mas importante para mi y no quería perderle jamás. Me esforcé en no cometer errores para no perderle. Creo que nunca puse tanto empeño en un vínculo que consideraba tan sagrado, importante, y fundamental en mi existencia. 

Incluso cuando la vida tuvo a mal separarnos, jamas dejé un solo minuto de tenerlo presente. Ni un solo minuto. Imagine usted. Y aun así, me dejé llevar por los vericuetos de la vida pensando que quizá estaba cometiendo un error obcecándome en esos sentimientos. Pensé que se me pasaría la tontería. Y la vida me llevo, me llevo lejos...aquel vínculo que yo consideraba precioso seguía ahí para los dos. Aquello que yo sentía también. Y tuve que volver a ser honesta conmigo misma y elegí la soledad de mis recuerdos y la autenticidad de mis sentimientos. 

Yo se que es absurdo e incomprensible, no necesito que me entienda todo el mundo. Estas cosas pasan, hay sentimientos que se ponen en el alma y da igual cuantas lavadas le des, al final, esos dibujos siguen ahí. No se borran. 

En algún momento que desconozco, algo se rompió, no sé que hice mal. No se en que momento me equivoqué. Quizá el error fue pensar que la sacralidad de ese vínculo era recíproco...No sé que pasó. Le perdí, se perdió todo entre mis dedos como arena de playa. Y no sé por qué. Sólo necesito una respuesta. Saber la verdad. Después seguiré adelante como recién levantada después de un sueño bonito. La vida continuará pesada y lenta, viviendo de refilón el final feliz de los cuentos en las vidas ajenas.

Me gustaría volver a donde estaba hace tantos años, observándole de lejos, gozando de su amabilidad, sin él saber que yo existía... sabiendo yo que él existe para mi...pero sin esta tristeza...


domingo, 4 de febrero de 2018

Podria decirte....

El sonido de la lluvia mece mis recuerdos como una madre a una niña enrabietada. Mi mente vuela libre. Podría decirte tanto...

Cada letra como runa desordenada se esparcen por el perímetro de mi alma invitándome al silencio.
El rio de la vida me lleva en un drakkar que, distraído, va hacia el torrente sin guía. Caerá irremediablemente. Y yo le dejo. ¡¡Qué los dioses se apiaden!!, si quieren, si lo ven oportuno. ¡¡Que los cuervos de Odín me acompañen!!.

Ya lo dijo la völva, y así lo tejieron en el tapiz de mi existencia, robando el hilo de oro para enredarlo en tapices ajenos. Ya lo dijeron, "Te toca esperar o irte. Mejor vete o sangra. Camina o muere". Y yo rebelde me quedo  y sangro porque, ¿a donde voy a ir?.

Mi drakkar continua su viaje, sin brújula, sin ancla, las runas en el suelo me cuentan su profecía, las völvas tejen entretenidas mi tapiz poniendo tu hilo en otro lado, las cabronas, mientras yo intento robarlo de nuevo...

Podría decirte tanto.

Podría decirte que te quiero tanto, siempre. Aun.
Podría decirte que te echo tanto de menos que duele. Que me está doliendo todo.
Podría pedirte que me eches, pero quiero soñar que no quieres.
Podría decirte que me voy pero no puedo.
Podría decirte que han cosido otro hilo en mi tapiz, pero mentiría.
Podría pedirte que me abraces, que allí me encuentro, pero no hay sitio para mi. Parece.
Podría decirte que puedo estar en toda circunstancia. De verdad, no me asusta.
Podría decirte que me pierdes pero ¿Y si te da igual?
Podría pedirte que te vayas pero no quiero morir tan pronto, ni tan joven, ni tan tonta.

Podría decirte que te quiero, tanto, tanto, tantas veces, como un mantra.

Todo eso tú ya lo sabes, aunque lo dudes, aunque te rías de mi. Aunque hayas roto mi hilo en tu tapiz a mordiscos.

Mi drakkar varado en tu orilla queda tras la tormenta. Podría irse, pero no quiere...y da igual lo que digan las runas, lo que cosan las völvas.

jueves, 11 de enero de 2018

Pliego de descargo- Julieta Valero

Pliego de descargo
               



Te quiero mucho más de lo que yo sé.
Te quiero con órganos que me habitan
e ignoran, que te quieren
sin futuro ni venia, a mi pesar.


Te quiero mucho más de lo que yo sé.
Y tengo suerte que vísceras blandas 
y dulces, más dulces y dignas que yo
para quererte, al fin te quieran
como yo no alcanzo y me permitan,
a veces, sin miedo ni archivos, saber que
te quiero, que te quiero más
de lo que yo sé.


Tendría que darte un amor alto y claro,
sin sombra de duda, un amor
como un túnel, el hambre, la infancia, volver.

Tendría que ser un amor que pusiera
tus ojos en todos sus actos, Polonia invadida
Cyrano callando, un coche estrellado,
un último aliento, cosas así.

Y a la fecha de hoy,
sólo quiero decirte,
(ya sé, no es necesario)
pero quiero decirte
que te quiero
mucho, mal, más allá
de lo que nunca sabré.