viernes, 11 de noviembre de 2016

Misericordia

"Dícese, "Amor de Dios"...."Compasión"....."Perdón"....no tengo vida suficiente para el perdón, es ajeno y lejano el momento en que esa fuerza liberadora sienta la necesidad de devolverme esa inexistente paz interior....no puedo olvidar, porque confié....necesito comprender para perdonar, si bien la crueldad gratuita, la ofensa no tienen explicación...no se puede comprender...

¡Misericordia, Señor, para esta alma henchida de orgullo, necedad, abandono, y olvido de si en pos de la mas pura estupidez.!

¿No hay perdón para mi que caminé siempre en pos de lo que creí  mas justo?, ¿no hay veredicto favorable para quien trató de ser coherente con los usos y costumbres de un corazón díscolo y errante que no es ni mas ni menos que el que tu me asignaste?, ¿dónde queda pues la gracia y majestad de este juez inapelable?

Es igual. Existe una justicia universal que no es igual para todos. No. Y no intentes convencerme porque el eco de mis palabras se perdieron entre auroras boreales e universos paralelos, y tu no escuchaste. Y si lo hiciste, quizá no supe leer tus respuestas. No se si te has planteado que tenemos un problema de comunicación que empieza a ser grave, que me distancia de ti, ni un centímetro mas de lo que siento que tú te has distanciado antes. Dejaste de buscarme y yo deje de encontrarte.

Me resisto y me niego a vivir un minuto mas en este abandono beatifico o como quieras denominarlo en ese tu lenguaje tan críptico. Y me enfado y con toda la ira que soy capaz de acumular un día tras otro sin respuesta, te pregunto, ¿Misericordia?, ¿para quien?, ¿para que?"

lunes, 7 de noviembre de 2016

Señales

"Buscando señales, vestigio de un anhelo inconcluso.

Intento leer en tus besos con el fin de dilucidar aquella señal certera y maldita, que me permita caminar al borde de tu abismo con la comodidad de una funambulista.

Señales.

Te sueño, con tu disfraz de vampiro y tu cautivadora mirada. Ofreciéndole a mi cuello la posibilidad de existir entre ansiosas mandíbulas sedientas de aquella sangre que se fue tras tu ultimo y descarnado mordisco.

Señales que me cuenta el viento entre las ramas. Tu voz atolondrando mis neuronas.

Tu nombre en boca de otros que te vieron, te encontraron.

Y esa dolorosa y terrible ausencia de tu alma huida,  mientras la mía, clamorosa, abandona el discurso esquivo para desnudarse por entero y lanzarse a esa piscina de agua helada en la que se ha convertido la existencia donde los ecos de la belleza, el amor y la ilusión se pierden tras los pasos del huracán que desatan las falsas señales que necesito para seguir adelante....."

domingo, 6 de noviembre de 2016

Samain

"La noche describe brumas en el recuerdo.
La muerte se viste de fiesta y fantasmas de un pasado no tan lejano le susurran su nombre, al oído, como un suspiro.
Silenciosa y fría como la nieve que pronto caerá cubriéndolo todo. Así es ella desde aquel fatídico día de primavera exultante e insultante en que el destino decidió cambiar el curso de su vida para tornarla en pesadilla.
Samain.
Sueña Miss Raven con festejos prohibidos a la luz de las hogueras en los bosques. Desde la ventana de su balcón observa a sus criados como se divierten no lejos del castillo. Envidia su libertad.
Es otoño.
- Podemos traer a su muerto- murmura su criada fiel y entregada.
Miss Raven se gira violentamente. Es posible que empiece a llorar sin control.
- Loca estúpida. Después, ¿qué?. Continuar en esta sórdida soledad. En esta existencia pueril, vacía. Lo que deberías hacer es traerme el olvido. Borrar de mi mente. Que nunca existiera en mi memoria ni siquiera el recuerdo de sus ojos. Eso es lo que podías hacer. Tráeme olvido....o envíame con él- grita desde lo mas profundo de su dolor.
Se hace el silencio entre las dos mujeres. Un silencio espeso lleno de ecos.
- Si cambia de opinión, estaré esperándola en el claro del bosque...
Samain
Miss Raven se gira de nuevo hacia la ventana. Sí, las lagrimas caen sin vergüenza ni control, con desfachatez y osadía.
Odia las lagrimas que le hacen sentir esta vulnerabilidad.
Quizá.
Tal vez.
Solo por un instante fugaz.
Verle. Sus ojos. ¿Sonreirá?. ¿Podre abrazarle como no hace tanto tiempo?
Con determinación va hacia la puerta, la seda de su vestido cruje bajo la capa de terciopelo negra que él le regalo y que ahora hace juego con su tristeza.
Samain....."

.......