martes, 6 de agosto de 2013

El funeral- ¿¿Microrrelato??


La Iglesia estaba abarrotada. Tan solo dos bancos, destinados a la familia, permanecían vacios. El sacerdote subio al  altar y comenzó: “En el nombre del Padre, del Hijo….”. Se armó revuelo entre el publico asistente. Alguien elevó su voz frente al resto: “¿No deberíamos esperar a la familia?”. El cura miró resignado a la multitud congregada. “La familia ruega disculpéis su ausencia. Aun se están recuperando de la resaca del velorio”.
Miss Vorágine Existencial