domingo, 6 de noviembre de 2016

Samain

"La noche describe brumas en el recuerdo.
La muerte se viste de fiesta y fantasmas de un pasado no tan lejano le susurran su nombre, al oído, como un suspiro.
Silenciosa y fría como la nieve que pronto caerá cubriéndolo todo. Así es ella desde aquel fatídico día de primavera exultante e insultante en que el destino decidió cambiar el curso de su vida para tornarla en pesadilla.
Samain.
Sueña Miss Raven con festejos prohibidos a la luz de las hogueras en los bosques. Desde la ventana de su balcón observa a sus criados como se divierten no lejos del castillo. Envidia su libertad.
Es otoño.
- Podemos traer a su muerto- murmura su criada fiel y entregada.
Miss Raven se gira violentamente. Es posible que empiece a llorar sin control.
- Loca estúpida. Después, ¿qué?. Continuar en esta sórdida soledad. En esta existencia pueril, vacía. Lo que deberías hacer es traerme el olvido. Borrar de mi mente. Que nunca existiera en mi memoria ni siquiera el recuerdo de sus ojos. Eso es lo que podías hacer. Tráeme olvido....o envíame con él- grita desde lo mas profundo de su dolor.
Se hace el silencio entre las dos mujeres. Un silencio espeso lleno de ecos.
- Si cambia de opinión, estaré esperándola en el claro del bosque...
Samain
Miss Raven se gira de nuevo hacia la ventana. Sí, las lagrimas caen sin vergüenza ni control, con desfachatez y osadía.
Odia las lagrimas que le hacen sentir esta vulnerabilidad.
Quizá.
Tal vez.
Solo por un instante fugaz.
Verle. Sus ojos. ¿Sonreirá?. ¿Podre abrazarle como no hace tanto tiempo?
Con determinación va hacia la puerta, la seda de su vestido cruje bajo la capa de terciopelo negra que él le regalo y que ahora hace juego con su tristeza.
Samain....."

.......






1 comentario:

a dijo...

Un relato magnífico. No dejas de asombrarme.
Gracias y abrazos.
Isabel F. Bernaldo de Quirós