"....Mientras
la ciudad duerme, sueña con ser su amante. Con la certeza sostenida
de tener un espacio de detalle y sutileza, de encuentro de almas mas allá de los cuerpos que se llaman en su apasionada vulgaridad
necesaria. Sin mundanal ruido callejero. Sitio de calma, de suavidad.
Ternura. Dialogo de caricias, bocas, lenguas, piernas enlazadas que
se hablan en un lenguaje intimo, propio, único. Sin languideces, ni
queja, sin dolor de ausencia. Donde el tiempo quisiera detenerse y
disfrutarse. Solazarse, para volver de nuevo a ese otro mundo que es
la realidad y negarlo todo ante el Universo conspiratorio.
Mientras
la ciudad duerme, sueña que puede ser posible. ¿Quién lo impide?.
La mirada cómplice entre miradas, la caricia distraída, la sonrisa
que delata. Un beso a escondidas. La huida necesaria al mundo
de dos.
Mientras
la ciudad duerme, se puede todo.
Amanece
y la tediosa realidad hace su acto de presencia. Y parece negarlo
todo, sí, incluso la posibilidad. Porque de ser y suceder, la vida
seria un sueño y eso solo es, mientras la ciudad duerme...."
2 comentarios:
Que suerte que nos queden los sueños mientras duerme la ciudad y puedas seguir escribiéndolos.
Abrazos, querida amiga.
Isabel F. Bernaldo de Quirós
y que suerte que estés tu por aquí, preciosa, para leerlos....
Publicar un comentario